Pamplona es una encantadora ciudad, repleta de espacios verdes y actividades para niños y grandes. Si estáis planeando viajar en familia a Pamplona estas vacaciones, no os perdáis nuestras recomendaciones.
Hace un par de años viví en Pamplona y la verdad, me enamoré de la ciudad. Sin dudas, la mejor época para visitarla es el verano, cuando los días son largos y soleados y permiten apreciar la belleza natural que la rodea. El más conocido atractivo de la capital navarra son los Sanfermines, pero si se trata de un viaje con niños es recomendable hacerlo una vez pasadas las fiestas. A partir del 15 de julio, las calles recobran su tranquilidad y permiten recorrer la ciudad sin sobresaltos.
En el casco antiguo de la ciudad, es ineludible realizar el recorrido de los toros durante el Encierro. Por la Calle de Mercaderes y luego, la Calle de la Estafeta los niños se entretendrán corriendo por las peatonales y mirando las interminables y llamativas representaciones taurinas de todos los materiales y colores posibles en los escaparates de souvenirs, mientras los padres contemplan la bella Casa Consistorial del siglo XVII, las antiguas iglesias y las pintorescas construcciones tradicionales. Al final del recorrido, encontrarán la famosa Plaza de Toros de Pamplona y justo frente a ella un bonito parque infantil, ideal para descansar un momento mientras los peques juegan.
Muy cerca de allí se encuentra la amplia y comercial arteria Carlos III, y sobre ella se alza el Monumento al Encierro, una simpática representación en hierro forjado. Este monumento suele estar rodeado de gente porque los niños adoran subirse y tomarse fotografías simulando ser perseguidos por toros. Para tomarse una caña acompañada por unos ricos pintxos, una txistorra y una birika calentitas, la Plaza del Castillo es el lugar perfecto. Esta amplia plaza ubicada al final de Carlos III es ideal para que los padres nos relajemos mientras los niños corretean tranquilamente, porque no hay ninguna calle cercana que implique peligro para ellos.
Uno de mis lugares preferidos de Pamplona, y el elegido de muchos chicos para pasar un buen rato por la tarde, son los Jardines de la Taconera. Este inmenso espacio verde de estilo versallesco y hogar de las antiguas murallas y puertas de entrada de la ciudad, tiene una curiosidad que sorprenderá a los peques y también a sus papis: en sus fosos viven animales. Sí, como leéis, se trata de un mini zoológico gratuito. Cisnes, patos, ciervos, conejos y pavos reales conviven tranquilamente. Un consejo: no os olvidéis de llevar pan para tirarles a los animalitos y tendréis garantizada la diversión de vuestros hijos.
Otro bello paseo al aire libre es la Ciudadela. Esta fortificación del siglo XVII hará las delicias de los niños. Altas murallas, pendientes suaves y antiguos cañones son el condimento ideal para que los peques inventen historias mientras recorren el parque interior. Entre los fosos y los pequeños estanques, también encontraréis pistas de juegos y un concurrido frontón, perfecto para una competencia familiar de habilidades deportivas.
Pamplona tiene muchos sitios para visitar y una gran oferta cultural y de ocio para grandes y chicos. La mejor recomendación que puedo daros es: perderos por sus calles y empaparos de su encanto. Y si os sobra algo de tiempo, no dejéis de recorrer el Camino de Santiago y acercaros al Parque Yamaguchi. Con su estilo japonés, su enorme estanque, sus puentes y modernas fuentes, Yamaguchi deslumbrará a los peques. Si vais, cruzaos a tomar algo en las confiterías de enfrente y dejad que los niños se entretengan con la fuente que nace del piso y cambia sus chorros según el botón que los peques presionen.
Sin duda, Pamplona puede ser una buena elección para disfrutar de las vacaciones de verano en familia.
Más información: Turismo de Pamplona
Imágenes: Fernando Goñi Erice y FotoTat’09