Salir de compras con tus hijos puede ser una excelente forma de pasar tiempo en familia, al tiempo que aprovechas para buscar el regalo perfecto para ese cumpleaños familiar, hacer la compra semanal del súper, o simplemente desconectar en familia de la rutina. También puede ser una buena oportunidad para que tu pareja se lleve a los peques un ratito, mientras tú te das un masaje, comparas ofertas de depilación laser o cualquier otro servicio cosmético como un tratamiento con botox, y te dedicas también a ti esos momentos tan importantes.
No obstante, si eres una madre o un padre primerizo, probablemente no estés muy habituado a hacerlo. En realidad, la clave se encuentra en la organización. Una buena planificación se traducirá en una experiencia tranquila, divertida y con la que todos disfrutéis.
A continuación, compartimos contigo una serie de consejos para lograrlo. ¡Presta atención!
Consejos para salir de compras con niños
¿Cuál es el mejor momento para salir de compras con los peques?
Un buen paseo empieza antes de atravesar la puerta de casa. La organización resulta fundamental y si trazas un plan claro y te estableces unos objetivos, contarás con un mayor control sobre la situación y esto les transmitirá a los peques algo más de seguridad y calma.
Su estado de ánimo puede influir en su predisposición y su comportamiento. Quizá no sea lo más recomendable ir de compras un viernes por la tarde porque lo más probable es que sea el momento en el que más agotados se sientan después del trabajo y las responsabilidades escolares asumidas a lo largo de la semana. Intenta encontrar un día libre en el que no cuenten con ningún tipo de actividades escolares y extraescolares. Además, trata de planificar una ruta que también incluya establecimientos o secciones de su interés. El objetivo es que lo perciban como una oportunidad de esparcimiento y un momento de ocio.
Si has decidido hacer sesión de compras con un bebé, puedes aprovechar la franja de la siesta para llevarlo en el carrito mientras duerme. De este modo, será más tranquilo para ti y para él.
Además, es importante que adaptes tu trayecto a sus posibilidades tanto como sea posible. La Asociación de Psicólogos Americana propone algunas pautas para ir a sitios públicos con niños. Algunas de ellas son:
- Cultiva tu paciencia: No olvides que están aprendiendo a relacionarse con el mundo y, lo más probable, es que cometan alguna que otra imprudencia al estar fuera de casa.
- Planifica salidas cortas: Una larga sesión de compras puede poner a prueba su estado de ánimo. Los niños tienden a aburrirse rápidamente, especialmente en contextos que no terminan de comprender o en los que no pueden comportarse con libertad total.
- Evita salir de compras con ellos cuando estén cansados o estresados. Asegúrate además, de que no tienen hambre y de que han cubierto todas sus necesidades antes de salir de casa. Si no se sienten del todo cómodos, serán más propensos a manifestar comportamientos problemáticos.
- No te olvides de llevar contigo algún pasatiempo. A lo largo de una sesión de shopping habrá tiempos muertos, por ejemplo, a la hora de hacer cola en la caja o a lo largo de un trayecto en coche. Si cuentan con un juguete o alguna fuente de entretenimiento podrán soportar mejor la pesadez de ciertos momentos.
Haz partícipes a los niños de ese ritual de compra en familia
Muchos de los comportamientos inadecuados que se producen se deben a que los niños no se sienten parte de la rutina de compra. Para que puedan disfrutar mucho más de estas escapadas es aconsejable que les expliques por qué salir de compras es algo importante dentro de la rutina familiar y que además les hagas partícipes.
En realidad, ellos tienen mucho que aportar. ¿Qué tal si te ayudan a hacer la lista de la compra? Su colaboración puede ser una fuente de entretenimiento y una fantástica oportunidad para afianzar los lazos familiares.
Permíteles que den su opinión, que ellos escojan algunos productos o que, por ejemplo, te ayuden a colocarlos dentro del carrito.
Dedica un tiempo a establecer pautas de comportamiento
Los establecimientos comerciales están diseñados para mover al consumo. Algunas de las técnicas promocionales que emplean pueden sobreestimular a los más pequeños que no terminan de comprender del todo el entorno en el que se mueven. Los colores llamativos, los sonidos o incluso los aromas pueden llevarles a encapricharse o a alargar los procesos de compra.
- Aunque este tipo de actitudes no siempre pueden controlarse del todo, es importante que les expliques con antelación que el objetivo de la salida será comprar algo puntual y que el resto de las opciones no serán contempladas. Esto puede ayudarles a saber que los berrinche no darán el resultado que buscan.
- Prevenirlos y explicarles que van a ir a lugares con mucha gente puede ayudar a reducir el impacto que los estímulos puedan generarles.
- Además, es importante proporcionarles pautas también en materia de seguridad. Deben entender que no pueden alejarse de ti bajo ningún concepto porque podrían correr el riesgo de perderse. En este sentido pueden ser interesantes los relojes smartwatch con GPS para niños, una forma de controlar dónde se encuentran y evitar sustos con los despistes de los peques.
Con estas pautas y mucho humor en familia, la experiencia de salir a comprar con niños puede ser algo gratificante para todos.