Si hay un postre que nunca falla, esa es la tarta de chocolate. A ver, seamos sinceros: ¿quién le dice que no a una buena porción, bien jugosa, con sabor intenso a chocolate y una textura de esas que casi se deshacen en la boca? Yo desde luego no puedo. Es de esos caprichos que no necesitan excusa.
Esta versión que vamos a preparar hoy va un paso más allá, porque no es solo un bizcocho con chocolate por encima, no. Esta lleva un relleno de ganache de chocolate negro, suave pero con carácter, y para rematar, va bien caladita con un almíbar simple (tranqui, sin café ni alcohol, así que es apta para todos los públicos, incluidos los más peques de la casa).
El resultado es una bomba, sí, pero de las buenas. Es ideal para celebraciones, para un antojo dominguero o simplemente porque te lo mereces. ¿Te animas a preparar esta receta de pastel de chocolate conmigo?
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de tarta de chocolate casera
Ingredientes
- 200 g de azúcar
- 150 g de harina de trigo
- 60 g de cacao puro en polvo (sin azúcar)
- 1 y ½ cucharadita de levadura química (tipo Royal)
- 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
- ¼ cucharadita de sal
- 2 huevos tamaño L
- 110 g de yogur natural sin azúcar
- 75 g de aceite vegetal suave (girasol o de oliva suave)
- 100 ml de agua caliente
Para el bizcocho de chocolate
- 100 g de agua
- 50 g de azúcar
Para el almíbar
- 400 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
- 400 g de chocolate negro de repostería (mínimo 55% de cacao)
- 40 g de mantequilla
Para la ganache de chocolate
Cómo hacer una tarta de chocolate fácil
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- Lo primero es precalentar el horno a 170 ºC con calor arriba y abajo, sin ventilador. Y engrasa tu molde (mejor si es desmontable, de 20 cm) con un poco de mantequilla o spray desmoldante. También puedes poner papel en la base para que sea más fácil sacarlo luego.
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En un bol grande, tamiza juntos la harina, el cacao, el azúcar, la levadura, el bicarbonato y la sal. Esto no es solo para que no queden grumos, sino para que la mezcla sea más ligera.
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En otro bol, bate los huevos, el yogur y el aceite. Mezcla bien hasta que quede todo uniforme.
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Añade los ingredientes líquidos sobre los secos y remueve con varillas hasta integrar. No hace falta batir mucho, solo lo justo para que no quede harina suelta.
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Ahora, con cuidado, incorpora los 100 ml de agua caliente. Hazlo poco a poco y sin dejar de mezclar. La masa se vuelve muy líquida, sí, pero tranquila/o, es así. Ya verás que después del horneado queda brutal.
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Vierte la masa en el molde y lleva al horno durante 50-55 minutos, o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio. No abras el horno antes de los 40 minutos, que este tipo de bizcocho se puede hundir.
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Una vez hecho, deja enfriar en el molde unos 10 minutos, y luego pásalo a una rejilla hasta que se enfríe por completo. Es importante que esté frío para cortarlo bien después.
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Mientras tanto podemos hacer el almíbar. Pon los 100 ml de agua con los 50 g de azúcar en un cazo pequeño.
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Calienta a fuego medio, removiendo, hasta que el azúcar se disuelva del todo. No hace falta que hierva.
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Deja que se temple y reserva.
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Para hacer la ganache, trocea el chocolate negro y colócalo en un bol resistente al calor.
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Calienta la nata en un cazo hasta que empiece a hervir suavemente (sin que burbujee a lo loco).
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Vierte la nata caliente sobre el chocolate y deja reposar un minuto sin tocar.
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Pasado ese minuto, remueve con una espátula o varillas suaves desde el centro hacia fuera, hasta que se funda todo.
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Añade la mantequilla y remueve hasta que esté completamente integrada. Te quedará una crema brillante y sedosa.
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Deja reposar a temperatura ambiente hasta que espese un poco. No tiene que estar líquida, pero tampoco del todo firme. Debe tener una textura tipo Nutella.
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Ahora viene lo divertido. Montar capas, rellenar y cubrir.
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Corta el bizcocho en dos capas iguales (puedes usar un cuchillo largo o una lira para tartas). Si ves que se ha formado un copete arriba, iguala un poco la parte superior para que quede recta.
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Coloca la primera capa sobre una base o plato, y calála con la mitad del almíbar usando una brocha o una cuchara. No lo empapes demasiado, solo que se note.
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Extiende una buena capa de ganache por encima. No escatimes, que para eso estamos.
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Coloca la segunda capa del bizcocho encima y repite el calado con el resto del almíbar.
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Cubre toda la tarta con la ganache restante. Primero una capa fina (lo que se llama “capa recogemigas”) y después otra más generosa y bonita. Puedes ayudarte de una espátula para alisar los bordes o dejarla rústica, que también tiene su encanto.
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Añade unas virutas de chocolate negro por encima. Puedes hacerlas tú mismo con un pelador si tienes una tableta.
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Si te apetece, usa una manga de pastelero y una boquilla rizada para decorar los bordes con la misma ganache.
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Guarda la tarta en la nevera al menos una hora antes de servir, para que coja cuerpo y los sabores se asienten.
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Consejos para que tu tarta de chocolate quede espectacular
Usa un buen chocolate
Parece obvio, pero muchas veces usamos lo primero que pillamos. Aquí es importante elegir un chocolate negro de calidad, con un mínimo de 55-60% de cacao. Si usas uno demasiado suave o con mucho azúcar, la ganache no queda igual de intensa, y el sabor se diluye.
No te saltes el almíbar
Aunque no lo parezca, ese toque de almíbar simple marca una gran diferencia. Le da jugosidad sin empapar y hace que el bizcocho esté tierno incluso al día siguiente. Y lo bueno es que es tan neutro que combina con todo.
Deja reposar antes de servir
Esto es clave. Si puedes preparar la tarta de chocolate con unas horas de antelación o incluso el día antes, mejor. El reposo en la nevera hace que los sabores se integren, que la ganache coja cuerpo y que todo esté en su punto.
Sácala de la nevera unos 15-20 minutos antes de servir para que no esté demasiado fría.
Personalízala si te apetece
Esta es la base perfecta para experimentar: puedes añadirle un toque de mermelada de frambuesa, unos trozos de plátano entre capas, o incluso trocitos de chocolate blanco dentro del bizcocho. Pero vamos, que tal cual está, ya es una pasada.
¿Con qué acompaño el pastel de chocolate?
- Un clásico: nata montada sin azúcar, bien fría.
- Si quieres contrastes: una bola de helado de vainilla o de frutos rojos.
- Para los muy cafeteros: un espresso al lado y ya está.
- Y si hay peques, un buen vaso de leche fresquita y felices todos.
Bueno, pues ya está. Ya tienes una tarta de chocolate de esas que te reconcilian con la repostería casera. No tiene ingredientes raros, el paso a paso es sencillo y el resultado es, en serio, brutal.
Si la haces, guárdate un trocito antes de servirla, porque vuela. Y si tienes dudas, me dices. ¡Nos leemos pronto!
Si te gustan las delicias de chocolate, no puedes dejar de probar la receta de tarta tres chocolates, una combinación de tres capas cremosas de chocolate blanco, negro y con leche, que se derriten en la boca. La receta de bizcocho de chocolate es perfecta para los amantes de los postres esponjosos y jugosos, ideal para acompañar con una taza de café. Si eres fan de las texturas densas y decadentes, el brownie no puede faltar, con su interior húmedo y su sabor intenso que hará que repitas una y otra vez. Y para los que buscan un toque crujiente, las galletas de chocolate son el snack ideal, con trozos generosos de chocolate que se funden al morderlas, perfectas para cualquier momento del día.
