La panna cotta o panacota es de esos postres que parecen más complicados de lo que realmente son. Su nombre en italiano significa “nata cocida”, y con eso ya te puedes hacer una idea de lo sencilla que es. Básicamente, se trata de una crema suave, ligeramente cuajada con gelatina, que se sirve bien fría.
Es un clásico de la cocina italiana, especialmente en el norte del país, y aunque la receta tradicional apenas lleva azúcar y vainilla, hoy en día hay mil versiones. Nosotros vamos a hacer esta receta de panna cotta en vasitos, sin necesidad de desmoldar, y la acompañaremos con fresas frescas maceradas con zumo de limón. Una combinación perfecta entre lo cremoso y lo frutal, sin excesos de azúcar ni salsas artificiales.
Si nunca la has preparado en casa, te vas a sorprender de lo fácil que es. Solo necesitas unos pocos ingredientes y un poco de paciencia para que cuaje bien en la nevera.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de panna cotta (panacota)
Ingredientes
- 500 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa)
- 80 g de azúcar
- 1 vaina de vainilla o 1 cucharadita de extracto de vainilla
- 3 hojas de gelatina neutra (6 g)
Para la panna cotta
- 200 g de fresas frescas
- 1 cucharada de azúcar (opcional, según el dulzor de las fresas)
- Zumo de medio limón
Para la cobertura de fresas
Cómo hacer panacota o panna cotta de fresas
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- Pon las hojas de gelatina en un bol con agua fría y deja que se hidraten durante unos 5-10 minutos.
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Vierte la nata en un cazo junto con el azúcar y la vainilla. Si usas una vaina de vainilla, ábrela por la mitad y raspa las semillas antes de añadirlas. Calienta a fuego medio, removiendo de vez en cuando para que el azúcar se disuelva.
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Justo antes de que la nata empiece a hervir, retira el cazo del fuego. Escurre las hojas de gelatina y agrégalas a la nata caliente, removiendo hasta que se disuelvan por completo.
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Retira la vaina de vainilla (si la usaste) y reparte la mezcla en 4 vasitos o copas. Deja enfriar a temperatura ambiente durante unos 20-30 minutos antes de meterlos en la nevera.
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Guarda los vasitos en la nevera durante al menos 4 horas para que cuajen bien. Lo ideal es dejarlos toda la noche.
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Lava bien las fresas, retira el rabito y córtalas en trozos pequeños. Ponlas en un bol y añade el zumo de medio limón. Si las fresas no están muy dulces, puedes añadir una cucharada de azúcar y mezclar bien.
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Deja reposar las fresas unos 15-20 minutos. Soltarán su jugo y quedarán más tiernas, formando un almíbar natural con el limón. Puedes dejarlas tal cual o chafarlas un poco con un tenedor si prefieres una textura más parecida a una salsa.
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Cuando la panna cotta esté bien fría y cuajada, reparte las fresas con su jugo por encima de cada vasito.
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Consejos para hacer la panna cotta perfecta
Consigue la textura perfecta
Para que la panna cotta quede cremosa y suave, es importante no pasarse con la gelatina. Si usas demasiada, la textura será demasiado dura y gomosa en lugar de ligera. La proporción ideal es 1 hoja de gelatina por cada 150-170 ml de nata.
Evita grumos en la mezcla
Cuando añadas la gelatina a la nata caliente, asegúrate de remover bien hasta que se disuelva por completo. Si tienes dudas, cuela la mezcla antes de verterla en los vasitos para evitar posibles grumos.
Tiempo de reposo: la clave del éxito
Aunque la panna cotta cuaja en unas 4 horas, lo ideal es dejarla toda la noche en la nevera. Cuanto más tiempo repose, mejor será la textura y más se intensificará el sabor.
Prueba otras versiones de panna cotta
Si quieres darle un toque especial, puedes infusionar la nata con otros sabores antes de añadir la gelatina. Algunas ideas:
- Cáscara de naranja o limón para un aroma cítrico.
- Canela o cardamomo si te gusta un toque especiado.
- Café o cacao en polvo para un extra de sabor.
Otras variantes de panacota

En lugar de fresas con limón, puedes probar otras combinaciones:
- Frambuesas, mango o arándanos, macerados con un poco de azúcar.
- Chocolate derretido o una capa de caramelo líquido.
- Frutos secos troceados, como almendras o avellanas, para un toque crujiente.
Panna cotta sin gelatina (apta para vegetarianos)
Si prefieres una alternativa sin gelatina de origen animal, puedes usar agar-agar. La diferencia es que el agar-agar necesita hervirse para activarse. Solo tienes que añadirlo a la nata y llevar la mezcla a ebullición durante 1 minuto, removiendo constantemente.
Espero que te hayas animado a probar esta receta de panna cotta o panacota. Como ves, es un postre super sencillo, pero con una textura tan suave que parece más complicado de lo que es. Y lo mejor de todo es que puedes jugar con los ingredientes para adaptarlo a tus gustos: desde la cobertura de fresas con limón hasta otras frutas o incluso un toque de chocolate.
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