Los muslos de pollo al horno con patatas son de esos platos que nunca fallan. Cuando no sé qué hacer de comer y quiero algo fácil, rico y que guste a todo el mundo, siempre acabo tirando de esta receta. Es de las de toda la vida, de las que huelen a casa, a domingo y a comida en familia.
A ver, tampoco tiene mucho misterio… pollo, patatas, un buen aliño y al horno. Pero la gracia está en esos pequeños detalles que hacen que te queden de escándalo. Porque claro, no es lo mismo que te salga el pollo jugoso y con la piel crujiente, a que se te quede seco como una suela de zapato. Y de las patatas ya ni hablamos… pueden estar de muerte o quedarte duras y sosas, si no coges el truco.
Lo bueno de hacer muslos de pollo asados con patatas es que es un plato súper económico, no te tienes que complicar nada la vida, y encima te deja la cocina oliendo a gloria. Vamos, que mientras el horno hace su trabajo tú puedes ponerte a otra cosa. Y lo mejor de todo es que gusta a mayores, a niños y a los tiquismiquis. Si encima le pones un poco de pan para mojar en el juguito que suelta el pollo… apaga y vámonos.
Te voy a contar cómo hago yo los muslos o piernas de pollo al horno con patatas en casa. La receta es muy sencilla, pero como te decía antes, hay truquillos que marcan la diferencia. Aquí no se trata solo de meterlo todo en el horno y ya está… bueno, un poco sí, pero con cariño y con gracia.
Lo bueno es que con pocos ingredientes y en un ratito tienes un plato de los de mojar pan y no dejar ni las migas.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
Receta de muslos de pollo al horno con patatas
Ingredientes
- 8 muslos de pollo
- Sal al gusto
- Pimienta negra recién molida
- 4 dientes de ajo
- Unas ramitas de tomillo o romero (fresco o seco)
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Aceite de oliva virgen extra
- Zumo de medio limón
- 4-5 patatas medianas
- Media cebolla (opcional, pero le da un sabor buenísimo)
Cómo hacer muslos de pollo al horno fáciles
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- Lo primero que tienes que hacer es precalentar el horno a 200 ºC, con calor arriba y abajo. Así cuando tengas todo listo, solo es meter la bandeja y olvidarte un rato.
- Mientras el horno calienta, salpimienta bien los muslos de pollo por los dos lados. En un cuenco pequeño mezcla los ajos picados, un poco de pimentón, las hierbas (romero o tomillo, lo que tengas a mano), un chorrito de aceite de oliva y el zumo de medio limón. Unta bien los muslos con esta mezcla. No hace falta que los dejes mucho tiempo, pero si puedes esperar 10 minutos, mejor que mejor.
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- Ahora pelas las patatas y las cortas en trozos grandes. Las colocas en una bandeja de horno, dejando espacio para poner los muslos encima y entre medias.
- La idea es que las patatas se hagan a la vez que el pollo y cojan todo el saborcito que van soltando mientras se asan.
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Coloca los muslos de pollo entre las patatas, bien repartidos. No los amontones, que luego no se doran igual. Si te sobra aliño, se lo echas por encima sin miedo. Y un chorrito de aceite de oliva por toda la bandeja, que nunca está de más.
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Mete la bandeja en el horno y deja que se haga todo durante unos 40-45 minutos. A mitad de cocción es buena idea darle la vuelta a los muslos, así se doran por los dos lados.
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Cuando veas que el pollo está dorado y las patatas tiernas, apaga el horno y deja reposar todo unos minutos antes de servir.
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Consejos para que los muslos de pollo asados te salgan de escándalo
A ver, que la receta es fácil, pero te dejo un par de truquillos que a mí me funcionan siempre que preparo este plato.
- No tengas prisa con el horno. Lo típico es querer subir la temperatura para que se haga antes, pero no merece la pena. Mejor a 200 ºC y dejar que se hagan bien por dentro y se doren poco a poco.
- Si te gusta el toque crujiente en las patatas, puedes subir un poco la temperatura los últimos 5-10 minutos o poner el grill. Eso sí, vigila bien que no se te queme nada, que el horno no avisa.
- El jugo que queda en la bandeja es oro puro. Antes de servir, puedes recoger un poco con una cuchara y regar los muslos y las patatas por encima. Le da un sabor brutal.
- No te pases con las especias si no estás muy seguro. Un poco de romero o tomillo y un toque de pimentón es suficiente. Si te pasas, corres el riesgo de tapar el sabor del pollo, que al final es el protagonista.
¿Con qué acompañar los muslos de pollo al horno?
Bueno, aquí ya va un poco en gustos, pero te dejo algunas ideas sencillas que suelen quedar genial.
Una buena ensalada verde es casi obligatoria. Algo fresco para compensar lo contundente del plato. Lechuga, tomate, cebolla, un chorrito de vinagre y poco más.
También puedes poner unas verduras al vapor o a la plancha: brócoli, judías verdes, espárragos… lo que tengas en casa.
Y si te apetece algo más “contundente”, un poco de pan para mojar en la salsa que queda en la bandeja. No sé tú, pero yo no perdono eso.
Y bueno, eso sería todo. Es una receta casera, fácil, de las de toda la vida, que nunca falla. No sé si te ha pasado, pero muchas veces lo más simple es lo que más apetece.
Espero que te animes a preparar estos muslos de pollo al horno con patatas, porque de verdad que quedan buenísimos y encima apenas manchas la cocina.
Si te gustan las recetas con pollo, no puedes dejar de probar el pollo asado con patatas, un clásico de domingo, con el pollo entero al horno bien doradito y jugoso por dentro. La receta de pollo al curry es ideal si te apetece algo diferente, con ese toque cremoso y especiado que le da la leche de coco y el curry. Los nuggets de pollo caseros son perfectos si tienes peques en casa o te apetece un picoteo fácil, crujientes por fuera y tiernos por dentro. Y si te va la comida asiática, el chop suey de pollo es una receta rápida y llena de verduras salteadas, perfecta para una cena ligera y sabrosa.
