No es para tanto, no llores, tienes que estar contento con todo lo que tienes…Estas son frases muy comunes que se escuchan cuando un niño está triste. Si reflexionamos sobre el mensaje que le estamos transmitiendo a los niños con estas frases, detrás, podemos encontrar la idea de que “siempre tienes que estar contento, no te permitas estar triste y no des espacio a la tristeza”. En este post hablaremos sobre psicología infantil y explicaremos por qué es importante la tristeza, qué función tiene y cómo actuar cuando un niño está triste.
Psicología infantil: mi hijo está triste
¿Por qué los niños se sienten tristes?
Muchas veces se piensa que estar triste es sólo del mundo adulto, que no sucede en la infancia. Pero si nos enfocamos en los niños y adolescentes, podemos ver que sus vidas están llenas de cambios y acontecimientos que pueden provocar tristeza y apatía.
A cada niño le pone triste diferentes situaciones, y no es tanto la situación en sí la que produce el malestar, si no cómo interpreta y da sentido a lo que le ha ocurrido. Algunos ejemplos podrían ser: pierde algo especial, echa de menos a alguien que ya no está a su lado, escucha alguna noticia triste o preocupante, sus padres se separan, le va mal en los estudios, tiene problemas con los amigos…
¿Es importante sentir tristeza?
La tristeza tiene una función adaptativa y está presente en todas las personas. Gracias a esta emoción básica podemos reflexionar sobre nosotros mismos, ya nos mueve hacia el autoconocimiento y nos ayuda a pensar sobre las situaciones que nos ocurren señalando lo que nos resulta importante.
Otra de las funciones esenciales de la tristeza es que nos acerca a los demás. Hace que nos demos cuenta de las personas importantes que tenemos. También permite que tengamos un tiempo para adquirir un aprendizaje de la situaciones dolorosas.
Síntomas de la tristeza en los niños
Lo habitual es identificar la tristeza del niño cuando vemos que llora con más facilidad, tiene menos ganas de jugar, no quiere ver a sus amigos, le apetece estar más tiempo solo. Pero en otras ocasiones los niños la pueden expresar con cierta agresividad, inquietud, actividad excesiva y comportamientos más parecidos al enfado (irritabilidad, rabietas..)
Otros de los síntomas que se pueden percibir son que su rendimiento escolar empieza a bajar, el apetito y el sueño pueden verse alterados, presenta dolores de cabeza y estómago, expresa frases que denotan baja autoestima, vuelve a hacer algo que ya había superado (hacerse pis en la cama…)
¿Qué puedo hacer si mi hijo está triste?
Generalmente a los adultos les provoca malestar ver a un niño triste, por lo que en ocasiones se trata de distraerlo, se evita hablar del tema, se quita importancia a lo que le pasa… Os dejamos algunas recomendaciones que os pueden ayudar:
-Demostrar que sus sentimientos son importantes. Tratar de no juzgar el porqué de esa tristeza aunque desde la perspectiva del adulto no sea tan grave.
-Propiciar un espacio para que el niño hable de lo que ha pasado y exprese con palabras cómo se siente.
-Ofrecer compañía o respetar si pide un rato de soledad.
-Estar atentos a los cambios de comportamiento que el niño puede mostrar . De esta forma se podrá identificar lo que le está ocurriendo y así ayudarle.
-Escuchar a cada hijo con plena atención y hacer contacto visual mientras nos habla .
-Permitir que nos cuenten lo que sienten sin interrumpir o terminar sus frases.
-Ante algún cambio importante que se vaya a producir, hablar con el niño de las emociones que pueda sentir.
Imagen: Nicolas Fuentes
Me encantó el post! La película «Intensamente» muestra esto muy claramente tanto para los niños como para los padres :)