Poesías para el Día de la Madre de autores famosos
Han sido muchos los poetas que han dedicado poemas a la madre. Palabras sentidas que reflejan un sentimiento profundo que va más allá del tiempo.
Madre llévame a la cama (Miguel de Unamuno)
Madre, llévame a la cama.
Madre, llévame a la cama,
que no me tengo de pie.
Ven, hijo, Dios te bendiga
y no te dejes caer.
No te vayas de mi lado,
cántame el cantar aquél.
Me lo cantaba mi madre;
de mocita lo olvidé,
cuando te apreté a mis pechos
contigo lo recordé.
¿Qué dice el cantar, mi madre,
qué dice el cantar aquél?
No dice, hijo mío, reza,
reza palabras de miel;
reza palabras de ensueño
que nada dicen sin él.
¿Estás aquí, madre mía?
porque no te logro ver....
Estoy aquí, con tu sueño;
duerme, hijo mío, con fe.
Las manos de mi madre (Alfredo Espino)
Manos las de mi madre,
tan acariciadoras, tan de seda,
tan de ella, blancas y bienhechoras…
Para el ardor ingrato de recónditas penas,
no hay como la frescura de esas dos azucenas.
¡Ellas cuando al vida deja mis flores mustias
son dos milagros blancos apaciguando angustias!
Y cuando del destino me acosan las maldades,
son dos alas de paz sobre mis tempestades.
¡Ellas son las celeste, las milagrosas, ellas,
porque hacen que en mi sombra me florezcan estrellas!
Para el dolor, caricias; para el pesar, unción;
¡son las únicas manos que tienen corazón!
(Rosal de rosas blancas de tersuras eternas:
aprended de blancuras en las manos maternas)
Yo que llevo en el alma las dudas escondidas,
cuando tengo las alas de la ilusión caídas,
¡las manos de mi madre saben borrar tristezas!
¡Las manos de mi madre perfuman con ternezas!
Madre mía (Rafael Escobar Roa)
Cuando los ojos a la vida abría,
al comenzar mi terrenal carrera,
la hermosa luz que vi por vez primera
fue la luz de tus ojos, ¡madre mía!.
Y hoy que, siguiendo mi escarpada vía,
espesas sombras hallo por doquiera,
la luz de tu mirada placentera
ilumina mi senda todavía.
Mírame, ¡oh madre!, en la postrera hora,
cuando a las sombras de mi noche oscura
avance ya con vacilante paso.
Quiero que el sol que iluminó mi aurora
sea el mismo sol que con su lumbre pura
desvanezca las brumas de mi ocaso.
Galerías del alma (Antonio Machado)
¡El alma niña!
Su clara luz risueña;
y la pequeña historia,
y la alegría de la vida nueva
¡Ah, volver a nacer, y andar camino,
ya recobrada la perdida senda!
Y volver a sentir en nuestra mano
aquel latido de la mano buena
de nuestra madre
Y caminar en sueños
por amor de la mano que nos guía.
son bonitos
Esto es bonito le podria gustar a mi mamá. Gracias por lo que han pusido ahi y me encanta
Muchas gracias por compartir!
Me han gustado mucho.
Las voy a descargar para mostrar a a mis alumnos y las declamen el día de las madres