Cuando unas adorables criaturas llamadas Stuart, Kevin y Bob no pueden conseguir sus queridas bananas en un supermercado, deciden ir y quejarse de este hecho ante los superiores, pero acaban en la Casa Blanca con el Presidente. Y, cuando llegan allí para quejarse, son echados del lugar sin resolver absolutamente nada. Así, los minions intentan echar al gobierno estadounidense para conseguir su dulce y jugosa fruta.
Mientras, el pequeño Gru está decidido a hacer planes malvados y enseñar a sus nuevos ayudantes, los minions, a hacer todo por él. Cuando Gru es despreciado por la ciudad entera donde vive, los congela a todos para enseñarles una lección. Pero, al final, el joven Gru no aprende nada sobre maldad y planes, y los minions consigue sus deliciosas bananas.