Mantener una higiene bucodental adecuada desde temprana edad es fundamental para conseguir unos dientes y una boca sanos en el futuro. Aunque siempre se puede calcular seguro dental, lo más conveniente es cumplir una serie de pautas con los más pequeños para protegerlos de las caries cuanto podamos.
Higiene bucodental, ¿cuándo se debe comenzar con ella?
Cuidar y limpiar la boca constituyen un hábito que los niños deben adquirir desde edades muy tempranas. De hecho, en cuanto salgan los primeros dientes, los padres pueden limpiarlos con pequeños cepillos para garantizar una buena higiene, pero ¿cuándo deberían los más pequeños empezar a cepillarse solos?
Cepillado de dientes en los más pequeños
Se considera que un niño podrá cepillarse los dientes con suficiente destreza cuando alcanza los 7 años, sin embargo, antes también deberían hacerlo, por lo que los padres tienen que supervisar este hábito y fomentarlo para que adopte una buena rutina de higiene y la vea como algo natural. Asimismo, es muy importante que el cepillado se realice dos veces al día como mínimo, incidiendo en la importancia del cepillado nocturno.
Los dientes deben cepillarse por ambas caras, la externa y la interna, para garantizar una limpieza completa. No hace falta utilizar mucha pasta dentrífica, se empieza por una cantidad muy pequeña hasta alcanzar el tamaño de un garbanzo a partir de los 6 años. De esta manera, ayudaremos a prevenir en la medida de lo posible la aparición de las caries
Caries en niños, ¿cómo evitarlas?
Aun con un buen cepillado, nadie se libra de sufrir alguna vez de caries, y esto no es diferente con los más pequeños. No obstante, existen formas que pueden ayudarles a prevenirlas, además de mantener una higiene bucodental correcta, como veremos a continuación.
Fomentar la masticación
La masticación es un ejercicio fundamental para el buen desarrollo de los músculos implicados, por ello, en cuanto se pueda, hay que acostumbrar a los pequeños a masticar, pues con ello se reducen las probabilidades de tener problemas de dicción en el futuro o de desarrollo en la mandíbula, lo que también a la larga podría beneficiar a la aparición de las caries. Una buena manera de incitarlos a masticar es preparándoles comida que lo demanden, como los bocadillos o frutas como la manzana o la pera.
Reducir la ingesta de azúcar
Por último, y no menos importante, hay que tener especial cuidado con los alimentos azucarados. Por supuesto, aquí entrarían las chucherías, por las que, tras su ingesta, hay que cepillarse los dientes, pero también otros alimentos que contienen grandes cantidades de azúcar y que se suelen dar a edad temprana, como los zumos. Alimentos como las papillas con cereales no deben darse en biberón para evitar la acumulación, es preferible hacerlo en tazones, y, en líneas generales, lo más saludable y conveniente es reducir, en la medida de lo posible, los azúcares.
Con estos consejos y las visitas correspondientes al odontopediatra, se puede combatir con bastante éxito las caries para que los niños disfruten de una sonrisa bonita y sana.