En el camino de la paternidad, una de las principales prioridades es establecer relaciones sólidas y sanas con nuestros hijos. La comunicación eficaz está en el centro de estas relaciones. La capacidad de escuchar de verdad y comprender los sentimientos, pensamientos y puntos de vista de nuestros pequeños es fundamental para mejorar significativamente el vínculo emocional entre padres e hijos.

Sin embargo, la mayoría de nosotros no somos tan buenos escuchando como nos gustaría pensar. Es aquí donde entra en juego la escucha activa, una de las herramientas de crianza más beneficiosas y eficaces que se pueden tener.

¿Qué es la escucha activa?

Según Definicion.de, la escucha activa es «una herramienta del ámbito de la comunicación entre seres humanos que se caracteriza por oír con atención, interés y empatía el mensaje que está dando alguien.» La escucha activa implica algo más que sólo escuchar las palabras de nuestros hijos. Significa estar plenamente presente, libre de otras distracciones, mostrar un interés genuino sobre lo que piensan y sienten nuestros pequeños, y reconocer con empatía sus experiencias. Cuando practicamos la escucha activa, estamos plenamente involucrados en la conversación y transmitimos a nuestros hijos que sus pensamientos y emociones nos importan, creando un espacio seguro para que puedan expresarse abiertamente. No es necesario hablar demasiado. De hecho, cuanto menos hablemos, más oportunidades tendremos de comprender lo que dicen nuestros hijos.

Los beneficios de la escucha activa

Que Es La Escucha Activa

Una vez que empecemos de verdad a practicar la escucha activa, podemos esperar que nos aporte una gran variedad de beneficios. Algunos de estos beneficios incluyen:

  • Aumenta la autoestima de los niños. Nuestros pequeños nos ven como sus modelos a seguir. Por este motivo, es importante que valoremos y respetemos sus opiniones, ensañándoles que sus ideas y emociones son importantes. Esto tiene un efecto positivo en la autoestima de nuestros hijos, ya que podemos fortalecer la forma en que se ven a sí mismos. La escucha activa es aún más importante para los niños inseguros o a los que les cuesta comunicar lo que piensan.
  • Fomenta la salud mental y el bienestar de los niños. Cuando nuestros hijos se sienten escuchados de verdad, tienden a desarrollar relaciones positivas tanto con los adultos como con sus amigos y compañeros. Además, la escucha activa puede ayudar a crear un entorno en el que nuestros pequeños se sienten libres de compartir sus sentimientos y pedir ayuda cuando se enfrenten a diferentes problemas.
  • Mejora las habilidades de los niños para resolver problemas. Al escuchar activamente a nuestros hijos, podemos enseñarles cómo resolver los conflictos de manera constructiva, y que una misma situación se puede abordar desde diferentes puntos.
  • Crea oportunidades de aprendizaje. En muchos casos, la escucha activa puede dar lugar a conversaciones plagadas de nuevos conceptos y vocabulario.
  • Mejora las habilidades lingüísticas de los niños. Al practicar la escucha activa, nuestros hijos se convierten en los principales protagonistas de las conversaciones. Esto puede ayudarles a mejorar sus habilidades lingüísticas expresivas y receptivas, por lo que pueden aprender a transmitir sus necesidades con mayor eficacia y aprender nuevas palabras.
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Cómo practicar la escucha activa

Vivimos en un mundo acelerado y lleno de distracciones en el que prestar toda nuestra atención a nuestros hijos puede resultar complicado. En este contexto, incorporar la escucha activa a nuestras herramientas de crianza es más importante nunca, principalmente porque podemos romper las barreras del ajetreo cotidiano y conectar de verdad con nuestros hijos a un nivel más profundo. No es necesario reorganizar nuestras agendas ni hacer ningún cambio drástico en nuestras vidas, pero si requiere un esfuerzo consciente, paciencia y la voluntad de dar prioridad a las necesidades de nuestros pequeños. A continuación, ofrecemos algunos consejos para hacerlo más fácil:

Tómate el tiempo suficiente para escuchar

Cuando prestamos toda nuestra atención a nuestros hijos y nos tomamos el tiempo suficiente para escucharlos con tranquilidad, les transmitimos el mensaje de que son la persona más importante para nosotros en ese momento. Si bien es cierto que la vida está llena de distracciones, es importante que permanezcamos presentes y concentrados en las necesidades de nuestros hijos para mostrar nuestro compromiso.

No interrumpas a tu hijo cuando está hablando

Nuestros hijos deben tener la libertad de hablar a su propio ritmo, por lo que es importante evitar decir cosas o hacer preguntas que interrumpan su hilo de pensamiento. No debemos terminar sus frases por ellos, ya que podríamos hacerlos sentir frustrados e incomprendidos. Recuerda, una pausa o unos segundos de silencio no significan que tengas que intervenir.

Utiliza el lenguaje corporal para que tu hijo se sienta escuchado

Nuestro lenguaje corporal debe reflejar que estamos interesados en lo que tienen que decir nuestros hijos. Para ello, debemos mantener el contacto visual, asentir con la cabeza y realizar otros gestos no verbales y expresiones para demostrarles que estamos escuchando con atención y animarlos a continuar.

Parafrasea lo que dice tu hijo

Escucha Activa Con Niños

Repetir lo que nos han dicho nuestros hijos con nuestras propias palabras es un paso clave en la escucha activa, ya es una excelente manera de demostrarles que estamos escuchando y que comprendemos lo que dicen.

Haz preguntas

Una vez que nuestros hijos terminen de hablar, es importante hacerles preguntas específicas sobre lo que nos han dicho. Gracias a estas preguntas, les demostramos que hemos estado escuchando y, al mismo tiempo, garantizamos una mejor comprensión.

Los viejos hábitos pueden ser difíciles de romper, por lo que tendremos que hacer un esfuerzo consciente para convertirnos en oyentes activos. Pero recuerda que la práctica hace al maestro.

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