Una de las cosas que más me gusta del verano ¡es la sandía! Tan fresquita y dulce… y además este año una de las tendencias del momento en decoración y manualidades es justamente la sandía, por lo que se me ocurrió ponerme a hacer unas manualidades originales: un cuenco ¡en forma de sandía!
Os explicaré el paso a paso de esta manualidad con pasta de modelar y os aseguro que también los niños más pequeños pueden hacerla, por supuesto adaptándola a su edad. Yo la hice con mi hija de 4 años, por lo que también puede ser una manualidad infantil divertida. ¿Queréis saber cómo se hace?
Como os decía, estos cuencos de pasta de modelar son una manualidad fácil que también pueden hacer los niños, claro que el resultado final no será el mismo. Yo con mi hija usé pasta de sal y luego pintamos la sandía con témperas. La forma de modelar el cuenco será la misma que os explicaré a continuación, y para pintar dejad que los niños lo hagan a su manera… ¡seguro que quedará genial!
Materiales necesarios
- Pasta de modelar de secado al aire blanca (yo he usado marca Das)
- Un plato hondo, bol, cuenco, lo que queráis usar como molde
- Acuarelas
- Barniz para proteger. Yo he usado un barniz lucido al agua de los que se venden en las artísticas porque quería un efecto cerámica, pero también puede ir bien un barniz en spray opaco.
- Pinceles, lija fina, cuchillo, rodillo, un poco de aceite para evitar que la pasta se pegue al molde
Manualidades originales: cómo hacer un cuenco en forma de sandía
Lo primero que haremos es estirar la pasta con el rodillo. El espesor depende de cómo queréis que os quede el cuenco, yo por ejemplo para el cuenco más grande he estirado la masa a 5 mm. de espesor y para el más pequeño a 8. Cuando tenemos la pasta extendida, ponemos encima el cuenco que usaremos como molde y con un cuchillo cortamos todo el borde (1).
Ponemos el disco de pasta que nos ha quedado dentro del molde previamente aceitado y vamos presionando desde el centro hacia los bordes para que tome bien la forma y no quede aire (2). Alisamos un poco los bordes con los dedos y dejamos secar, mejor de un día para el otro (controlad el tiempo de secado indicado por el fabricante).
Cuando esté seco, ponemos el cuenco boca abajo sobre un lija fina y emparejamos los bordes con movimientos circulares (3). Si queréis que la superficie os quede más lisa, también podéis lijar por dentro y por fuera.
Ahora ¡a pintar! Yo usé acuarelas porque quería imitar el acabado de la cerámica y las acuarelas tienen ese efecto transparente que en este caso es perfecto. Para que quede más bonito he dado varias capas de color bien diluído, d esta manera se acentúan las transparencias, ya que el cuenco va absorviendo el color. En un plato preparamos un color rosado con bastante agua y pintamos en círculos, empezando desde el centro del cuenco hacia los bordes, sin llegar hasta el final (4). Esfumamos el borde con una pasada de pincel mojado con agua, para que no quede tan neto.
Dejamos secar unos minutos y volvemos a pintar de la misma manera, dando varias capas hasta que estemos conformes con la intensidad del color (5).
Para hacer el borde verde usaremos la misma técnica, dejando un espacio blanco entre el rosado y el verde (6).
Pintamos las semillitas negras, y cuando esté todo seco barnizamos. Yo he usado un barniz de decoupage que se aplica con pincel para darle el brillo de la cerámica. Si usáis un barniz al agua tened cuidado cuando pinceláis porque se puede correr la acuarela. Si usáis un barniz en spray opaco os resultará más fácil aplicarlo, pero el acabado será más rústico.
Muy bonito ¿verdad?
Espero que os haya gustado esta manualidad original y si de eso se trata, no os perdáis otra de nuestras manualidades originales: un cuenco ¡de Hama Beads!. ¡Hasta la próxima!
Hola, esta cuenco puede usarse para alimentos?