Ya está aquí el Carnaval, y aunque a veces se nos olvide, es la fiesta donde los pequeños y mayores se disfrazan tradicionalmente en nuestro país. Halloween está muy bien, y en los últimos años ha cobrado cada vez más relevancia, pero ¿qué mejor que disfrazar a los niños cuando todos nos disfrazábamos, en estas fechas de febrero? Sólo hay que pensar un poco en disfraces para bebé y para niños, y aquí vamos a darte algunas ideas.
Fiestas en colegios y escuelas infantiles, pasacalles, alegría, música y color. El Carnaval es la fiesta por excelencia, donde los niños disfrutan por el simple hecho de verse ataviados de una forma que nunca hubiesen imaginado, o como sus personajes favoritos de los comics, los cuentos o la televisión. Disfrazarse les encanta, y estimula su creatividad, su imaginación y su capacidad de observación. Opciones originales hay tantas como niños y padres. Con poco dinero y mucha imaginación, puedes disfrazar a tu bebé de piña, de vaca, de Wally o, ¡de cubo de Rubik!
Eso sí, si se te ha hecho tarde, son muy recurrentes los disfraces de animales. Los hay para todos los gustos. Desde disfraces de elefante, a disfraces de perrito, mucho más conocidos para ellos, pasando por disfraces de koala, rana, pollito, tiburón, oso, cebra o caballo. Otro muy pedido por las niñas es el de mariquita Ladybug, un traje rojo con motas negras que hace las delicias de las más pequeñas.
Todo depende de cuál sea el animal favorito de tu hijo o hija. Los hay incluso de animales imaginarios, como el unicornio o el dragón, pero eso importa poco cuando se trata de estimular la imaginación de los más pequeños. Puestos a elegir, podemos incluso salir de las criaturas terrícolas y optar por un disfraz de marciano, de esos con un solo ojo y antenas. Marcianos de toda la vida.
Otra gama muy recurrente y vistosa es la de atuendos «históricos». Por ejemplo, el disfraz de pirata es un clásico que no pasa de moda, fácil de preparar, y que encanta a los niños. Ponerse un sombrero, llevar una espada (de plástico, claro), pintarse la cara con una barba recia y, sobre todo, taparse el ojo con el inevitable parche, es algo que los niños disfrutaban hace veinticinco años, y siguen disfrutando ahora.
Algo parecido puede decirse del disfraz de vaquero o pistolero. Son muchas las leyendas del viejo Oeste, y muchas las películas y los dibujos animados sobre ellas. Antes era Lucky Luke, pero la leyenda del vaquero sigue viva, por ejemplo, en las películas de Toy Story, que protagonizan un astronauta como Buz Lightyear, y un vaquero como Woody. Y si a tu hijo o hija lo que le gustan son las carreras de coches, ¿qué mejor que un disfraz de piloto, con trofeo incluido?
Obviamente, también los cuentos tienen su espacio. Caperucita Roja es un clásico inmortal que sigue entusiasmando a las más pequeñas, igual que lo es Blancanieves. Son cuentos de toda la vida, y la imagen tanto de Caperucita Roja como de Blancanieves han quedado en el inconsciente de muchos.
Ahora bien, puede que tu hijo o hija como disfrute de verdad sea consolidando ese carácter un poco rebelde que a veces muestra. Hay disfraces de diablillo y diablilla para todos los gustos, con y sin tricornio. Este disfraz y el de esqueleto, por ejemplo, también te servirán para Halloween. Eso será en unos meses, pero de momento, no te quedes sin su disfraz para este carnaval.