En esta ocasión nos vamos a dedicar a uno de los períodos más deslumbrantes de la historia del arte, sobre todo desde el punto de vista arquitectónico: el arte gótico. Este estilo nacido en Francia en los últimos siglos de la Edad Media nos ha dejado tesoros que son patrimonio de toda la humanidad: quizás Notre Dame en París sea el ejemplo más famoso, pero también en España tenemos extraordinarios monumentos, lo veremos más adelante.
En este artículo vas a encontrar información sobre la arquitectura y la pintura gótica, hablaremos de las principales características del estilo y en particular de los ejemplos españoles.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
¿Qué es el Gótico?
El gótico es el estilo artístico que se desarrolló en Europa occidental durante la Edad Media tardía, entre los siglos XII y el inicio del Renacimiento.
No podemos hablar de una duración precisa de este período, porque varió de país en país; en Italia el comienzo del Renacimiento, y por ende el final del Gótico, se sitúa en el siglo XV. Pero en otros países, incluída España, sobrevivió hasta bien entrado el siglo XVI.
El estilo gótico nació en Francia alrededor del año 1140. El primer ejemplo de arquitectura gótica es la abadía de la basílica real de Saint-Denis. Desde allí se expandió por toda Europa Occidental, desarrollándose según las regiones en momentos diferentes. También presentó profundas diferencias de estilo: puro en Francia, menos vertical y más cercano a la tradición clásica en Italia, con peculiaridades locales en Inglaterra, España, Alemania y Flandes.
Contexto
Desde el punto de vista histórico, el gótico coincide con el período de plenitud (período central que va del siglo XI al XIII) y de crisis de la Edad Media (siglo XIV). Es la época del resurgimiento de las ciudades y el desarrollo de la burguesía y de las universidades, y también con la aparición de nuevas órdenes religiosas. También fue un período conflictivo, un momento de transición y de incertidumbre en el que tuvieron lugar eventos tan significativos como el Cisma de Occidente (la división de la Iglesia Católica), la Peste Negra (pandemia de peste que acabó con un tercio de la población europea) y la Guerra de los 100 Años (entre Francia e Inglaterra).
Una curiosidad: el nombre «gótico» nace en el Renacimiento con sentido peyorativo, cuando se definió de este modo al estilo que consideraban «bárbaro», como a los godos.
Características del Arte gótico
Una característica básica del arte gótico, en todas sus manifestaciones, es la importancia de la luz, identificada con lo divino, en contraposición con las tinieblas de la herejía y el pecado. Esta idea se desarrolla principalmente en la arquitectura, con iglesias que se llenan de la luz del sol proveniente de las vidrieras y rosetones.
Pero vamos a ver en detalle las características principales del estilo en cada una de las expresiones artísticas en las que se ha manifestado.
Arquitectura gótica
Las catedrales góticas son sin duda la máxima expresión de este arte, pero también está presente en monasterios, iglesias, castillos y palacios. La arquitectura gótica puso el énfasis en la ligereza estructural y la iluminación del interior de los edificios, en contraposición con las características de la arquitectura románica, maciza y oscura.
Una de las características más representativas del arte gótico es el uso del arco apuntado o arco ojival, del que deriva la bóveda de crucería. Vamos a explicarlo del modo más sencillo posible:
El arco apuntado y la bóveda de crucería
El arco apuntado es un tipo de arco que está formado por dos tramos que se unen en un ángulo central en la clave (la piedra en forma de cuña que se encuentra en el centro del arco). Esta forma le permite transmitir mejor el empuje (esfuerzo producido por el peso de una estructura que se transmite a las paredes que la sostienen), y por tanto permite crear construcciones de mayor altura y más abiertas, es decir con más huecos que muros.
Ahora bien, imaginemos que prolongamos un arco apuntado convirtiéndolo en algo tridimensional: obtendremos una bóveda de cañón apuntada. Y si cruzamos dos de estas bóvedas obtendremos la bóveda de crucería, otro de los elementos característicos del gótico. En su forma más simple, este tipo de bóveda está formada por cuatro arcos apuntados en los correspondientes lados, y dos arcos apuntados más que se cruzan diagonalmente pasando por el centro. Este cruce forma unos nervios que separan las cuatro partes de la bóveda.
Arbotantes
Como hemos dicho, el empuje más vertical de estos elementos, en comparación con el arco de medio punto utilizado hasta el momento, permiten una distribución mejor de las cargas y una altura muy superior. Además, la mayor parte de estas cargas se transmiten directamente desde las cubiertas a contrafuertes exteriores al cuerpo del edificio mediante el uso de arbotantes, otra de las características típicas del estilo.
El arbotante es un elemento estructural exterior con forma de medio arco que recoge la presión en el arranque de la bóveda y la transmite a un contrafuerte, o estribo, adosado al muro de una nave lateral. Como resultado de la función del arbotante, los muros pierden parte de su función de sostenimiento, por lo que pueden utilizarse una mayor cantidad de aberturas, ocupadas por amplias vidrieras y rosetones que dejan pasar la luz.
Así, la arquitectura gótica logró su objetivo: crear edificios de mayor altura y más luminosos, para estar más cerca de Dios.
Otros elementos característicos
Otros elementos característicos que vale la pena citar:
- ALZADO: la altura ganada en los edificios permitió el desarrollo de alzados que fueron evolucionando en el tiempo. En el gótico inicial se utilizó el alzado cuatripartito, estructurado en cuatro niveles; a finales del siglo XII se impone el tripartito; a partir del 1300 se comienza a utilizar el bipartito, con solo dos plantas.
- VENTANAS Y VIDRIERAS: La reducción de la estructura sustentante al mínimo imprescindible permitió abrir grandes huecos en los muros de las fachadas. Los artistas de la época pudieron dar rienda suelta a su imaginación creando un arte desconocido hasta la fecha. Las ventanas presentan una hermosa decoración en la parte superior con calados de piedra, al igual que los rosetones; suelen cerrarse con estupendas vidrieras polícromas e historiadas.
- FACHADAS:La portada gótica repite la misma composición fundamental que la románica pero se multiplican las molduras decorativas y se añade una mayor elevación de líneas. Aumenta significativamente la riqueza de las decoraciones, con multitud de pequeños detalles.
Pintura gótica
En el caso de la pintura, la transición con el románico es imprecisa y no hay un claro corte. Seguramente es más tardía con respecto a la arquitectura y la escultura. Recién a principios del siglo XIII puede observarse un cambio de estilo, que se vuelve más sombrío y emotivo. La mayor diferencia con la pintura anterior es el realismo: se tiende a un naturalismo cada vez mayor, en contraposición con las líneas simplificadas e idealizadas del románico. Estas características surgen en Italia, y marcan el estilo predominante en la pintura europea hasta finales del siglo XV.
En este sentido podemos decir que es un claro período de transición: la pintura gótica comienza el acercamiento a la imitación de la naturaleza que será característica del Renacimiento. Se aleja de la rigidez idealizada del arte bizantino y románico, sin llegar sin embargo a la búsqueda de la belleza inspirada en el arte clásica, típica del Renacimiento. Las figuras siguen manteniendo una cierta idealización mística, porque son sobre todos imágenes religiosas, pero comienzan a ser representados también en su humanidad, expresando sentimientos y emociones.
La pintura, esto es, la representación de imágenes sobre una superficie, durante el periodo gótico, se practicaba en cuatro técnicas principales: pintura mural, vidrieras, pintura sobre tabla y miniaturas.
Pintura mural
Sigue utilizándose como el principal medio para la narración pictórica en las paredes de las iglesias sobre todo en Italia. La arquitectura en Italia mantuvo en buena parte la extensión de las paredes que permitían la decoración con pinturas murales y mosaicos.
En este sentido es fundamental nombrar a Giotto y Cimabue, los más grandes pintores del Trecento italiano. En la Toscana la arquitectura gótica no llegó a echar raíces, por lo que se continuó con la tradición de la gran pintura mural. Esta pintura toscana del Trecento anticipa ya el Renacimiento, con ejemplos extraordinarios como la decoración de la basílica de San Francisco en Asís.
Vidrieras
Otro de los símbolos característicos del arte gótico son las vidrieras, arte desarrollado sobre todo en la parte norte de Europa. Recordemos que un vitral o vidriera policromada es una composición elaborada con vidrios de colores, pintados o recubiertos con esmaltes, que se ensamblan mediante varillas de plomo.
La progresiva sustitución del muro por grandes ventanales de la que hemos hablado antes implicó, en las catedrales góticas francesas, la desaparición de la pintura mural, reemplazada por las vidrieras de colores que permiten el paso de una luz matizada y coloreada al interior. En una primera etapa, los colores son vivos y saturados, con imágenes descompuestas en medallones u otro tipo de compartimentos, y permanece aún un componente algo irreal y artificial propio del románico.
Y a mediados del siglo XIII se introducen nuevos colores, más tenues, que aparecen sobre todo en los fondos, dando más plasticidad a las figuras humanas. Ya en el siglo XIV, con el descubrimiento del amarillo de plata, los vitales adquieren ligereza y un reflejo dorado nunca antes visto. Es el momento cúlmine del arte de las vidrieras. En España, las vidrieras más destacadas son las de la catedral de León.
Escultura gótica
En la escultura gótica las tallas en piedra continúan usándose para la decoración de la arquitectura, además de cumplir la función evangelizadora (el catecismo de los analfabetos, la inmensa mayoría de la población) pero cada vez se emancipa más de esta función. Evoluciona de un estilo rígido, herencia del románico, hacia un estilo más naturalista y plástico, influencia de las esculturas griegas y romanas.
Gótico en España
El Gótico español, Gótico hispánico o Gótico peninsular se desarrolló en los reinos hispano-cristianos, entre finales del siglo XII y comienzos del siglo XVI. Sus características esenciales son las mismas que hemos visto hasta ahora, con ciertas diferencias zonales según la influencia recibida.
Gótico inicial y pleno
En la última parte del siglo XII en España se dio una etapa de transición y convivencia del románico con el gótico, una fusión entre el Tardorrománico (última fase del Románico) y un estilo que se podría definir protogótico. En esta etapa aún reinan la austeridad y la proporción, son un ejemplo de ello los monasterios de Poblet y el monasterio de Santa Creus.
La explosión del gótico en España se da en el siglo XIII, con la construcción de grandes catedrales como la de Burgos, la de León y la de Toledo.
Durante el siglo XIV la actividad constructiva se centra en Cataluña, Baleares y el reino de Valencia. Las iglesias de este período se caracterizan por tener cubiertas planas, plantas de salón (todas las naves tienen la misma altura) y ventanales más pequeños. Los mejores ejemplos son la catedral de Barcelona, la de Gerona y la de Palma de Mallorca, en cuya fachada se abre el rosetón más grande de España.
Gótico tardío
Durante el siglo XV el estilo se hizo cada vez más complejo. Surgieron diferentes estilos derivados de la zona de influencia, como el gótico flamígero, caracterizado por una gran sencillez estructural, contrapuesta a una elaborada decoración en piedra. De este período se destacan la catedral de Sevilla (la tercera más grande del mundo), la Capilla del Condestable en la catedral de Burgos y el Claustro de San Juan de los Reyes en Toledo, probablemente el mayor ejemplo del gótico flamígero, también conocido como isabelino, porque coincide cronológicamente con el reinado de Isabel de Castilla.
La arquitectura del Gótico final español se prolongó mucho en el tiempo en la construcción de catedrales, considerándose la de Segovia la más tardía de las góticas españolas (1525-1577).
No entraremos aquí en el detalle de las características de cada gótico regional (francés, italiano, flamenco, inglés, alemán, mudéjar, etc). Hemos querido que tengáis una idea general de las características principales de este estilo, que ha marcado la historia del arte y la cultura europea.
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Excelente contenido sobre el arte gótico. Me ha sido de mucha ayuda, saludos