Todos hemos oído hablar sobre la empatía. Coloquialmente se conoce como “ponerse en los zapatos de la otra persona” , ¿Pero qué significa realmente esta palabra?
La empatía es una capacidad que forma parte de la inteligencia emocional; ayuda a ponernos en el lugar del otro, respetar lo que siente y tener en cuenta su emoción.
Hoy te invitamos a ver junto a nosotros cómo fomentar la empatía en nuestros hijos.
Qué es la empatía
La empatía es una capacidad que implica ser capaz de ver las emociones de los demás (a través de sus gestos y de lo que dicen) y saber “ponerse en sus zapatos”, pero este concepto va más allá, además, requiere comprender lo que el otro siente. Implica “tener en cuenta al otro”, es decir, reconocer y apreciar las emociones y necesidades de los demás y tener una respuesta ajustada a ellas.
Es fundamental tratar de no cuestionar lo que el otro siente y aceptar su emoción. Así podemos tener una comunicación más afectiva, dando cercanía y sensibilidad a la relación.
Las empatía se puede desarrollar y mejorar, por eso es importante empezar a trabajarla desde pequeños, ya que ayuda a tener un mayor ajuste emocional y social. También está ligada a otras capacidades como la asertividad, la comunicación y mejora las relaciones sociales.
Etapas de la empatía
- Algunos niños en su primer año muestran empatía emocional (lloran si ven a otro bebé llorando). El niño aún no percibe a los demás como diferentes de sí mismo.
- Entre uno y dos años, se dan cuenta de que lo que siente el otro no es lo que sienten ellos, tratan de consolarlo aunque no saben muy bien como hacerlo.
- A los seis años comienza la etapa de la empatía cognitiva, es decir ya se da cuenta de que los demás tienen sentimientos distintos a los suyos.
- Entre los diez y los doce años, su empatía se extiende más allá de los que conocen, (expresan su preocupación por gente que sufre…).
Cómo fomentar la empatía en los hijos
Algunos aspectos para mejorar la empatía con los niños pueden ser:
- Escúchale y muestra afecto cuando tenga un problema o se sienta triste y necesite contarlo. Si en ese momento no puedes, busca con él otro adecuado para los dos.
- Considera importante los temas que hablan los niños, dale valor a sus conversaciones.
- Observa con más detalle a tu hijo mientras hablas con él, prestándole toda tuatención y observando todos los mensajes. Atiende lo que siente, sin juicios ni comentarios críticos.
- Acepta que sus emociones y sentimientos pueden ser diferentes a los tuyos.
- Consuélale cuando esté triste o enfadado, va a sentirse comprendido. Luego él hará lo mismo con otros.
- Identifica y expresa tus sentimientos, esto ayuda a captar mejor las de tus hijos.
- Ponle ejemplos de situaciones diarias (¿Cómo crees que se ha sentido el otro niño?¿Cómo te sentirías tú?), dibujos o películas y reflexionad juntos sobre las emociones de los personajes (¿Cómo se sentía el protagonista?¿Qué ha hecho que se sintiera así?).