Los experimentos caseros son un excelente modo de aprender, ya que a través de la experiencia los peques comprenden y asimilan mejor conceptos que a veces pueden resultar algo abstractos. Por eso os traemos a menudo experimentos caseros, y hoy el el turno del ¡agua que camina!
Se trata de un experimento con agua muy sencillo y fácil de realizar, y los peques aprenderán algo sobre la capilaridad y la formación de los colores. ¿Queréis saber cómo se hace?
Experimentos caseros, agua que camina
Como veis el experimento es muy simple. Necesitamos 3 frascos de cristal, colorantes alimentarios, agua y papel absorbente (del de cocina). Debemos llenar de agua los frascos a los lados y dejar vacío el del centro. Teñimos el agua con dos colores primarios (amarillo, rojo y azul), colocamos una hoja de papel doblada con una punta dentro del agua y la otra dentro del frasco vacío y esperamos unos minutos hasta que el agua comience a «caminar» por el papel.
Un consejo: para que la mezcla de los colores funcione bien y se forme claramente el color secundario en el frasco del centro debemos usar más cantidad de colorante del color más claro y menos del más oscuro. Por ejemplo, si hemos teñido el agua de los frascos de amarillo y azul, para que se forme un verde bien visible debemos teñir el frasco amarillo con bastante colorante, y el azul solo con un poco. De este modo el color oscuro no se «comerá» al más claro y obtendremos una mezcla perfecta.
Qué sucede con el agua
Ha entrado en acción una propiedad de los líquidos que se llama capilaridad. La capilaridad es la capacidad que tiene un líquido, en este caso el agua, para subir por los pequeños tubitos (capilares) que forman el papel, yendo contra la gravedad. Es esta propiedad la que permite que el agua absorbida por las raíces de una planta llegue hasta las hojas.
¿Por qué sucede? Las moléculas del agua se «pegan» entre ellas (cohesión) dando lugar a la tensión superficial, una especie de «piel» que mantiene unida el agua (miremos por ejemplo una gota). Las moléculas de agua también se pegan a otras cosas, como por ejemplo las paredes de los capilares, y esto se llama adhesión. Ahora bien, en nuestro experimento el agua se pega a los capilares del papel de cocina, y como la superficie del agua está unida debido a la tensión superficial, es arrastrada por las moléculas que se han pegado al papel. De este modo, molécula a molécula, el agua pasa de un vaso al otro.
¿Os ha gustado este experimento casero?
Imagen principal Coffe Cups an Crayons
Encantadora página
Hermoso,muy educativo y llamativo para los peques,gracias por compartir