Cuando hablamos de salud, la alimentación es un punto clave. Aunque es evidente que no es el único, pues la disponibilidad de información, así como el acceso a servicios como un seguro médico para la familia son también elementos relevantes, la alimentación es sin duda un aspecto que nos acompaña a diario.
Los adultos estamos cada vez más concienciados de lo que supone una dieta variada y equilibrada, por eso queremos que nuestros hijos vivan, desde pequeños, esos valores. Sin embargo, no siempre sabemos cómo hacerlo. A veces por falta de información y otras por recibir información confusa y cambiante.
¿Cómo es la alimentación de nuestros hijos?
Según un informe publicado por la Fundación Española de Nutrición, los niños no están tan bien alimentados como podrían. Esto no se debe a la cantidad de calorías que consumen a lo largo del día, ya que en este sentido las cifras apenas llegan a los mínimos establecidos. El problema se encuentra en la composición de esa alimentación, que no es todo la adecuada que debería. Uno de los primeros aspectos que llama la atención es el hecho de que el segundo tipo de alimentos más consumido es la bollería y la pastelería. Los azúcares añadidos, la cantidad de grasas y las harinas empleadas hacen de este tipo de producto un alimento que debiera ser consumido de manera mucho más esporádica.
Asimismo, el consumo de productos como la carne es también elevado y se sitúa justo detrás de la bollería en el ranking, concretamente en el tercer puesto. No hay que bajar mucho más en la lista para encontrarse con los llamados precocinados o con el chocolate. Los pescados no suben del puesto diecisiete, los huevos se encuentran en el dieciocho, y las legumbres en el veinte.
Los datos del informe muestran como más del 50% de la alimentación infantil está compuesta de productos ultraprocesados, un dato que a los nutricionistas les resulta alarmante.
¿De qué enfermedades nos previene una buena alimentación?
Una buena alimentación puede ayudarnos a reducir de manera considerable la aparición y el efecto de ciertas enfermedades. Su acción es todavía mejor si practicamos este hábito saludable desde que somos pequeños. Por eso, alimentar bien a nuestros hijos es una garantía de salud.
Una dieta adecuada no solo evita que nuestros pequeños sufran enfermedades como la obesidad, una de las más visibles, pero no la única dañina. También ayuda en la prevención de otras como la diabetes, el colesterol, la hipertensión arterial, la osteoporosis, las patologías cardiovasculares, entre otras.
Alimentarse bien: crecer sanos
Aunque la alimentación debe variar según la edad, una de las primeras pautas por las que debemos guiarnos es la conocida pirámide alimenticia. Darle prioridad a frutas y verduras frente al exceso de carnes, bollería o pan procesado es clave. Además, siempre es importante tratar de evitar, dentro de lo posible, los alimentos que han sido procesados. Por último, no debemos olvidarnos de que los alimentos que han sido tratados con pesticidas o productos químicos, siempre serán más nocivos para nosotros que aquellos que son 100% naturales.