Un asno y un caballo viajaban juntos por el campo, llevando la carga de su amo. El caballo iba cómodo, con poco peso, mientras que el asno sudaba y resoplaba por el esfuerzo.
—Hermano caballo —dijo el asno—, ¿podrías ayudarme un poco con esta carga? Estoy agotado.
Pero el caballo se hizo el sordo y siguió caminando sin prestar atención.
El asno siguió cargando hasta que, al cabo de un rato, cayó al suelo de cansancio y no pudo levantarse. El amo, al ver la situación, cogió toda la carga del asno… ¡y también al propio asno! Y lo colocó todo encima del caballo.
—Si hubieras ayudado un poco desde el principio —le dijo el amo al caballo—, ahora no tendrías que cargar con todo.
Moraleja de El asno y el caballo
Si no ayudas cuando puedes, puede que acabes teniendo que hacerlo todo tú solo.
¿Quién escribió la fábula corta de “El asno y el caballo”?
El asno y el caballo es otra fábula tradicional atribuida a Esopo, el narrador griego del siglo VI a. C., famoso por usar animales como personajes para enseñar lecciones de vida. Esta historia ha sido adaptada por autores como Fedro y Samaniego, y sigue vigente por su mensaje tan claro: la solidaridad y la ayuda mutua son necesarias para convivir. Negarse a colaborar por egoísmo puede volverse en contra.