Recientemente hemos recibido una gran noticia. Un grupo de madres y padres se movilizó para reclamar que se permitiera poder acompañar a sus hijos cuando permanecen ingresados en unidades de cuidados intensivos. Pues el Senado, por unanimidad, solicita al gobierno que no se separe en estas ocasiones a los niños de sus familiares.
Las familias que han pasado por una experiencia así pueden corroborar el gran sufrimiento que conlleva no sólo por el dolor o desconsuelo de los niños, sino la sensación de impotencia en no poder acompañarlos convenientemente ni cuidar de ellos. Dependiendo del momento evolutivo del niño, de la enfermedad o del tiempo requerido de hospitalización nos encontraremos con reacciones diferentes.
En estos días nos gustaría poder acordarnos de tantas y tantas familias que pasan sus navidades en los hospitales y ofrecer algunas sencillas recomendaciones para contribuir a su bienestar en la primera infancia (0-3 años):
- Cada niño reacciona de forma particular ante una hospitalización. Intenta comprender su reacción: irritabilidad, miedo intenso, oposición, sumisión… Desde los bebés a los niños más mayores, todos generan reacciones ante una situación nueva que puede asustarlos muchísimo.
- Ponle palabras a lo que pasa. Tenga la edad que tenga, explícale a su nivel. François Doltó, reconocida psicoanalista francesa, propone comunicar, hablar con los niños, desde bebés. Probablemente el tono, la forma en que se lo digamos, podrá transmitirle tranquilidad.
- Es muy importante que pueda estar acompañado de sus figuras de apego, su mamá o quien realiza sus funciones, además de sus juguetes importantes (trapito, mantita, osito…). Le dará tranquilidad y seguridad. Diferentes estudios demuestran los efectos negativos de la separación abrupta en la primera infancia son muy importantes, y que puede ser amortiguado por la presencia de la madre.
- Muchas veces las mujeres después del parto se encuentran vulnerables, asustadas, las familias desorientadas… Y eso puede hacer que desafortunadamente callemos nuestra intranquilidad. Tienes derechos, si crees que no los recibes, solicítalos. Uno de ellos sería ser un elemento activo en la hospitalización, sin interferir claro está en el tratamiento. Estar presente, poder coger en brazos a tu hijo, continuar con la lactancia materna a demanda, tener sus objetos preferidos…
- El protagonismo de la crianza de tus hijos es tuyo, que nada ni nadie te lo arrebate. Recibirás muchas opiniones sobre si esto se hace así o asá… Es bueno recibir referencias pero ten en cuenta que la decisión final es vuestra como padres.
El niño hospitalizado se encuentra en un medio hostil. En la medida de lo posible debemos preparar su ingreso, hablando a su nivel y pudiendo compartir y conocer nuestras propias angustias para no transmitirlas de forma inconsciente. Con el tiempo podrás comprobar que este tipo de experiencia forma parte de la vida y te hará crecer en el vínculo con tus hijos.
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Hace 3 años, cuando tuvimos a nuestra niña ingresada en la UCI, nos dejaron estar con ella, de hecho hasta pudimos dormir allí los dos. Fué en el Hospital Nisa el Pardo de Aravaca. La diferencia es grande, por todos, ella sólo tenía 10 meses, suficientes para sentirse sola, y de esta forma estuvo siempre acompañada por nosotros. Debería ser algo normal en todas las UCI pediátricas.
Que bien que os dejaron, yo creo que eso acompaña a beneficiar la recuperación. Tienen que ser situaciones muy duras para peques y padres, como para añadir inconvenientes de ese tipo.