Todos los seres vivos se reproducen, es decir que son capaces de crear nuevos organismos similares a ellos. Hay diferentes tipos de reproducción, y en el caso de los seres humanos, nos reproducimos usando nuestro sistema reproductor, que es diferente en la mujer y el hombre: el aparato reproductor masculino y el aparato reproductor femenino. El aparato reproductor es un conjunto de órganos que permite la reproducción, y en el caso de la mujer, también de llevar adelante el embarazo y el parto.
Hoy vamos a aprender cómo es el sistema reproductor masculino y cómo funciona: qué órganos lo componen, y cuál es la función de cada uno. Se trata de una explicación lo más sencilla posible, pensanda para niños. También os dejaremos imágenes del aparato reproductor masculino que podéis descargar e imprimir, seguro que os servirán para el cole.
Aparato reproductor masculino, ¿qué es?
El sistema reproductor masculino es el conjunto de órganos del cuerpo de un hombre que permiten la reproducción.
Los sistemas reproductores de cada sexo son diferentes en su forma y estructura, ya lo hemos dicho. Pero tienen una función común: producir, nutrir y transportar el espermatozoide (en el caso del masculino) o el óvulo (en el caso del femenino).
Pero, ¿qué son el espermatozoide y el óvulo? Es que antes de seguir hablando del sistema reproductor masculino, tenemos que explicar, aunque sea de manera breve, cómo es la reproducción humana.
La reproducción humana
Ya nos ocuparemos en otro post de la reproducción humana, pero es importante saber cómo se produce para entender las funciones de los órganos del aparato reproductor masculino.
La reproducción humana se completa en 3 etapas:
- La fecundación
- El embarazo
- El parto
Hemos hablado antes de los espermatozoides y los óvulos. El espermatozoide y el óvulo son células sexuales, y la fecundación se produce cuando se unen dentro del cuerpo de la mujer. El óvulo fecundado por el espermatozoide ahora se llama cigoto, y a partir de él se desarrolla el embrión.
Durante el embarazo, el embrión se aloja en el útero de la madre, y crece y se desarrolla gracias a los nutrientes que recibe de la madre a través del cordón umbilical. Cuando el bebé está completamente desarrollado, alrededor de los 9 meses de embarazo, llega el momento del parto: en un parto natural, el bebé sale al exterior del cuerpo de su mamá pasando por la vagina.
Aprende más sobre el aparato reproductor femenino
Partes del aparato reproductor masculino
El aparato reproductor masculino está formado por órganos internos -las vesículas seminales, los conductos deferentes y eyaculadores, la próstata, la uretra y las glándulas bulbouretrales- y órganos externos: los testículos, el pene y el epidídimo.
Los testículos son los encargados de producir espermatozoides, y además liberan testosterona, la hormona sexual masculina; un sistema de conductos, entre los que se encuentran el epidídimo, almacenan los espermatozoides y los conducen al exterior a través del pene.
Testículos
Son los principales órganos del sistema reproductor masculino, y son el equivalente a los ovarios femeninos. Son dos, y se encuentran en la zona pélvica, detrás de la base del pene, alojados en el interior de una cubierta formado por un conjunto de envolturas llamado escroto o saco escrotal.
Cuando un joven alcanza la pubertad, los testículos comienzan a producir y almacenar millones de espermatozoides cada día. Los espermatozoides son minúsculos: miden 0, 05 milímetros de largo. Se desarrollan en el interior de los testículos, en un sistema de tubos muy pequeños llamados túbulos seminíferos. Tienen la apariencia de un renacuajo: en su cabeza almacenan el material genético, y utilizan su cola para moverse.
Los espermatozoides comienzan su viaje trasladándose por el epidídimo, donde completan su desarrollo. Después de unas 5 semanas llegan hasta el conducto deferente o eyaculador. Las vesículas seminales y la glándula prostática producen un líquido blanquecino llamado líquido seminal o semen; cuando el hombre recibe estímulos sexuales, este líquido se mezcla con los espermatozoides. Los tejidos del pene se llenan de sangre, lo que produce que éste se ponga rígido y erecto (este fenómeno se llama erección). Cuando el pene erecto es estimulado, los músculos de la zona se contraen para impulsar el semen hacia afuera del cuerpo a través de la uretra (este proceso se llama eyaculación).
Cuando un hombre eyacula (es decir expulsa su líquido seminal) durante una relación sexual, su semen se deposita en la vagina de la mujer. Entonces los espermatozoides se desplazan a través del útero, y si encuentran un óvulo maduro en las trompas de Falopio de la mujer, un solo espermatozoide puede penetrarlo y se produce la fecundación.
Pero los testículos también tienen otra importante función: producen las hormonas sexuales masculinas, llamada testosterona, y por ello también forman parte del aparato endocrino.Cuando comienza la pubertad, la glándula pituitaria que se encuentra en el cerebro, segrega hormonas que estimulan a los testículos para que comiencen a producir testosterona. La producción de la testosterona genera los cambios físicos típicos de la pubertad, que llevan a un muchacho a desarrollarse y convertirse en un hombre.
Pene
El pene es el órgano copulador masculino (el que le permite mantener relaciones sexuales). Además interviene en la excreción urinaria. Está formado por dos partes: la diáfisis, que es la parte principal, y el glande, que es la punta. En el extremo del glande hay una pequeña abertura por la cual, a través de un canal llamado uretra, salen al exterior tanto el semen como la orina. La parte interior del pene está formada por tejidos esponjosos y cavernosos, estos últimos son los que se llenan de sangre durante la erección, como hemos visto antes.
Sistema de conductos
El sistema de conductos que se encuentran junto a los testículos y transportan los espermatozoides está formado por el epidídimo y el conducto deferente. El epidídimo es un conjunto de tubos, uno por cada testículo, que se forma por la unión de los tubos seminíferos y termina en el conducto deferente. En el epidídimo se produce la maduración de los espermatozoides.
Por su parte los conductos deferentes son un par de conductos de unos 30 cm de largo, que conectan el epidídimo con los conductos eyaculatorios, transportando el semen.
Los conductos eyaculadores también son dos, comienzan en el final de los conductos deferentes y terminan en la uretra.
Glándulas accesorias
Estas glándulas –las vesículas seminales, la próstata y las glándulas bulbouretrales- tienen la función de producir fluidos que lubrican el sistema de conductos y nutren el semen.
Las vesículas seminales están unidas al conducto deferente, al lado de la vejiga. Producen un líquido viscoso (en condiciones normales representa el 40-50% del semen) y durante el proceso de eyaculación, vacían su contenido en el conducto eyaculador, poco tiempo después de que el conducto deferente vacíe los espermatozoides. Esto aumenta notablemente el volumen de semen eyaculado. Además las sustancias que componen este líquido tienen un considerable valor nutritivo para los espermatozoides.
La próstata es un órgano glandular que también forma parte del aparato urinario. Contiene células que producen parte del líquido seminal que protege y nutre a los espermatozoides contenidos en el semen.
Las glándulas bulbouretrales son dos glándulas que se encuentran debajo de la próstata. Su función es secretar un líquido alcalino que lubrica y neutraliza la acidez de la uretra antes del paso del semen en la eyaculación.
Uretra
La uretra es el canal que conduce el semen hacia el exterior del cuerpo, a través del pene. Como hemos dicho, también conduce la orina desde la vejiga, por lo que forma parte también del aparato urinario.
Hemos aprendido todo lo que hay que saber sobre el aparato reproductor masculino. Sigue aprendiendo sobre el cuerpo humano:
Solo un pequeño detalle, en el primer párrafo de la parte de los testículos, son ovarios FEMENINOS no masculinos.