En ocasiones los niños tienen en algún momento, un amigo invisible o imaginario con el que hablan, juegan o al que le invitan a sentarse en la mesa. Este es un tema que suele generar cierta inseguridad y muchas preguntas en los padres.
En este artículo hablaremos de la función que estos “compañeros” tienen en el desarrollo de los niños y ofreceremos algunas recomendaciones para que los padres puedan acompañar y entender a sus hijos en la famosa etapa: «Mi hijo tiene un amigo imaginario«.
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¿Cuándo suele aparecer el amigo invisible?
El amigo imaginario suele darse con más frecuencia entre los 3 y los 7 años, hay diferentes explicaciones sobre su existencia. Es en la etapa del pensamiento mágico donde los niños crean un mundo en el que todo es posible, permitido y se puede solucionar. Por tanto, pueden hacer aparecer y desaparecer personajes y situaciones según les apetezca (una caja de cartón puede ser un barco pirata, un palo puede ser una espada…).
Posteriormente, sobre los 8 años, los niños comienzan a desarrollar las funciones del lenguaje, la inteligencia lógica y abandonan el mundo de la fantasía para ir dando mayor importancia a lo real. En este momento, el amigo invisible o imaginario empieza a desaparecer ya que son capaces de separar la fantasía de la realidad.
Amigo imaginario: ¿es algo habitual?
Un amigo imaginario puede ser más habitual en niños que no tienen hermanos (o no están muy en contacto con otros niños de su edad) y necesitan crear ese amigo para jugar y llenar la soledad en determinados momentos. También se puede dar en niños con mayor imaginación y tendencia a la fantasía. El caso es que es un hecho habitual durante la infancia, y por lo tanto no son niños que tengan un problema o que sean diferentes.
Tener un amigo invisible puede ser negativo si impide al niño cumplir con sus tareas y responsabilidades, si no quiere relacionarse con sus iguales, o si adquiere un comportamiento agresivo a causa de un amigo imaginario violento. En estos casos es recomendable, pedir ayuda.
¿En qué puede ayudar a los niños un amigo invisible?
Tener un amigo invisible o imaginario ayuda a los niños a poner en palabras emociones que puedan sentir (miedos, fobias o ansiedades, conflictos…) ayudándoles a ver las cosas desde otro punto de vista.
A través del amigo imaginario pueden depositar en el otro aspectos tanto positivos (como le gustaría ser o actuar) como negativos (aquello que rechaza, le crea conflicto o le cuesta expresar en el mundo real).
Cuando el amigo tiene características positivas los niños adquieren más confianza en sí mismos. En su fantasía, si su amigo imaginario consigue vencer al mal, él también es capaz de hacerlo. Es posible que el niño reproduzca algún conflicto que haya tenido: lo que vive él, lo representa a través del amigo imaginario (como un desahogo).
También les ayuda a desarrollar sus habilidades sociales, empatía y creatividad.
Tipos de amigos imaginarios
Existen varias clases de amigos imaginarios:
- El amigo acompañante cuya misión es dar compañía.
- El héroe que le saca de los momentos difíciles.
- El que hace las “cosas malas”.
- El que recibe la regañina (que el niño ha recibido anteriormente).
Recomendaciones cuando los niños tienen amigos invisibles
- No regañes a tu hijo, ni rechaces a sus amigos ficticios con frases como: «es una tontería» , «no se puede hablar con alguien que no existe», “estás mintiendo”.
- No le prohíbas relacionarse con él, esto generaría que el niño oculte a su amigo.
- Preguntarle sobre la historia de su nuevo amigo. Observa discretamente el juego que mantiene con él. Escucha las conversaciones o frases que se transmiten en el juego. Probablemente nos de información de posibles necesidades o inquietudes que tenga nuestro hijo o sobre cosas que el niño no se atreve a contarnos.
- Juega con él como si ese amigo existiese, sin llevarlo demasiado lejos. Así, establecemos una complicidad y le permitimos que desarrolle la imaginación y creatividad.
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