Cuando se acercan los periodos vacacionales muchas familias se plantean cómo manejarse con el cuidado de los hijos: cojo unos días de vacaciones, se quedan con los abuelos, miramos un campamento, que se quede la niñera… Todo se hace pequeño para que los niños puedan disfrutar de sus vacaciones haciéndolo compatible con los horarios laborales.
Sin embargo, existen otras maneras, diferentes, en las que se elaboran soluciones “a medida”, en la que los padres son más partícipes, los niños disfrutan en pequeños grupos desarrollando habilidades y que resultan más económicas para el bolsillo. Los jardines rodantes son una alternativa al sistema tradicional y que puede ser interesante conocer. Pero… ¿en qué consisten exactamente?
Un Jardín Rodante es un servicio especial de cuidado infantil para grupos reducidos de niños (de tres a cinco niños) con edades similares a partir de los 12 meses. Pueden ser amigos, vecinos… que deciden realizar actividades lúdicas y/o pedagógicas con una niñera. Pueden ir rotando por las diferentes casas de la manera que mejor convenga. Pensad, ¿a quién no le gustaría poder organizarse cómodamente entre personas allegadas? Esta persona puede ser bilingüe en inglés, puede realizar actividades de estimulación, puede ir a recoger a varios niños al cole y ayudarles con los deberes, puede realizar talleres musicales, de cocina… Las opciones son tantas como familias.
Muchos padres deciden no llevar a los niños a una escuela infantil hasta que no sean un poco más mayores, por lo que esta opción sería muy interesante. O bien para los días de Semana Santa, de verano… Incluso pueden ser dos días en semana unas pocas horas.
¿Qué ventajas tienen los Jardines Rodantes?
En primer lugar se puede realizar en un ambiente más familiar, con menos desplazamientos y la atención es mucho más personalizada. Puedes seleccionar a la persona que se encarga de ellos, realizar el periodo de adaptación que prefieras… Incluso estar presente si puedes o quieres.
Del mismo modo, es cómodo para las familias y, al realizarse entre varias, la persona seleccionada recibirá una remuneración más acorde a su preparación, lo que favorece su continuidad.
Se trata de una forma muy familiar y cercana de ofrecerles la atención y la diversión que muchos padres esperan de las guarderías pero que, por una rígida organización y horario, por dificultades de adaptación de algunos niños que todavía son muy pequeños o por el ratio de niños, es muy complicado conseguir.
¿Qué beneficios puedo esperar?
Quiero que penséis por un instante si recordáis vuestro primer día de colegio. Muchos de vosotros comenzaríais a los cuatro, a los seis años… ¿no creéis que fue una experiencia compleja? Es algo nuevo, rodeado de muchos niños que no conozco, sin mamá ni papá… En fin, es difícil generalizar, pero para niños muy pequeños es importante la sensación de seguridad. Por tanto, el vínculo que establezcan y confianza hará que se lancen a explorar cada vez más situaciones novedosas. Por lo tanto, en pequeños grupos los niños pueden aprender a compartir, normas de convivencia y solidaridad, respetando su individualidad y sus tiempos de desarrollo.
En Francia es un proyecto muy extendido llamado «garde partagée». En Reino Unido existe también un término dedicado a este modelo, llamado «nanny share», donde las familias tienen la posibilidad de ponerse en contacto entre ellas. En muchos puntos de Latinoamérica es también una forma muy utilizada, sobre todo en Argentina, donde es una opción que cada vez cobra más adeptos.
No existe un libro que nos diga lo que es adecuado o no para nuestros hijos. Busca según tus criterios, tu estilo y tus sensaciones TU forma de educar a tus hijos. Innovar y educar con libertad repercutirá beneficiosamente en tus hijos y en la tranquilidad familiar. ¿No crees que merece la pena intentarlo?