El Apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus padres o cuidadores, que le proporciona la seguridad emocional que necesita para poder desarrollar su personalidad.
Según se haya cubierto la necesidad de proximidad con la madre, de ser sostenido en brazos, protegido y cuidado, el bebé desarrollará uno de los distintos tipos de Apego: seguro, resistente, evasivo o desorganizado.
Nosotros como padres, podemos ayudar a favorecer que nuestro bebé desarrolle un apego seguro siguiendo los preceptos de la Crianza Centrada en el Apego.
¿En qué se basa la Crianza Centrada en el Apego?
- Ser sensible y receptivo, abrir tu mente y tu corazón a las necesidades de tu bebé para poder entender sus señales. Se trata de escuchar a tu bebé y entender su lenguaje.
- Dar una respuesta apropiada a estas señales para satisfacer las necesidades genuinas de tu bebé. Cuando las necesidades de un bebé se satisfacen rápidamente y sus señales son entendidas, el bebé desarrolla confianza en sus habilidades de comunicación y las perfecciona. Esto permite sus cuidadores puedan entenderlo mejor y puedan perfeccionar sus respuestas, mejorándose todo el sistema de comunicación con el hijo.
- Crear un vínculo que permita al bebé sentirse confiado y seguro, porque sabe que existe un adulto protector capaz de responder a sus comunicaciones y darles una respuesta adecuada.
- Está basado en el conocimiento de las características de tu bebé y de su momento de desarrollo. Se trata de estar “sintonizado” con tu bebé como lo hacen los músicos de una orquesta cuando vibran en armonía unos con otros. Significa poder responder a tu bebé cuando llora exactamente en la misma “frecuencia” en la que él se encuentra, con la tranquilidad de saber que “lo estás haciendo bien.”
- No es un método rígido. Por el contrario, es el método que muchos padres y madres usan de manera instintiva cuando están abiertos a percibir las necesidades y sentimientos de su bebé.
Herramientas que favorecen la Crianza Centrada en el Apego:
- Favorecer el vínculo de apego desde el momento del nacimiento: El apego es una conducta instintiva que permite al niño sentirse protegido y asegurar su supervivencia. A su vez, permite a la madre cuidar a su hijo, protegerlo y responder adecuadamente a sus señales.
- Amamantar: Permite un contacto muy intimo con el bebé que aumenta nuestra conexión afectiva con él y facilita que lo conozcamos mejor. En la madre, las hormonas asociadas con la lactancia como son la prolactina y la oxitocina favorecen la capacidad intuitiva de la mamá y le ayudan a sentirse más relajada con su bebé.
- Contacto piel a piel, sostenerlo en brazos y el uso de portabebés: Esto ayuda a que el bebé esté más tranquilo, favorece su estado de estar atento y relajado, brindándole la oportunidad de interesarse más por el mundo que le rodea.
- El reconocimiento de la importancia del llanto como herramienta de “comunicación” y no de “manipulación”: El llanto está destinado a asegurar la supervivencia y a mejorar la capacidad de respuesta del cuidador o la cuidadora, no a ser una herramienta de “manipulación” como han hecho creer los autores que aconsejan dejar llorar a los bebés.
No es obligatorio ni imprescindible usar todas estas herramientas, cada uno decidirá en virtud de sus deseos y circunstancias con cuales se siente más cómodo y en qué momento usarlas.
En los primeros meses exige mucho tiempo, dedicación, compromiso y energía por parte de los cuidadores, pero facilitará mucho la tarea de crianza más adelante. Cuanto más se invierta en estos primeros meses, mayores serán los beneficios más adelante y más relajados podremos estar.
Los beneficios de la crianza con apego para nuestro hijo son enormes. Este tipo de crianza facilita el desarrollo evolutivo, ayuda al desarrollo cerebral favoreciendo el desarrollo de mayor número de neuronas y conexiones neuronales, y sienta las bases de la capacidad de nuestros hijos para relacionarse bien con las demás personas en el futuro.
Más información en Crecer Sano y feliz.
que interesante e importante esta teoria y hago todo lo posible para ponerla en practica con cada uno de mis bebes pues en este momento solo tengo 8…
Ojalá que más gente se preocupara por los bebés y por fomentar ese apego, así las madres que lo hacemos no pareceríamos bichos raros. Lo único que debemos hacer es dejarnos llevar por nuestro instinto y no dejar que nos separen ni física ni emocionalmente de nuestros hijos.