El vínculo con nuestro bebé se inicia mucho antes del nacimiento. El embarazo es un período crítico y especialmente sensible para el futuro bebé. Es una oportunidad única para poder influir de manera positiva en el desarrollo de nuestro hijo y comenzar a construir ese vínculo tan especial que se genera entre padres e hijos.
La noticia de un embarazo genera en nosotros un torbellino de emociones que van desde la alegría y el entusiasmo hasta la incertidumbre, la incredulidad y el miedo. Crear una nueva vida resulta algo realmente impresionante que nos llena a la vez de orgullo y de sentimientos de responsabilidad. Para los padres y madres primerizos esta es una experiencia nueva y desconocida que irán descubriendo a lo largo del camino.
Sabemos que el niño necesita ser cobijado por sentimientos positivos para dar a su vida un soporte que le permita empezar con buen pie. Desde siempre hemos escuchado que la madre necesita estar tranquila y tener sentimientos agradables.
La Psicología prenatal lo ha confirmado mediante diversos experimentos que demuestran que las emociones de la madre traspasan la placenta y llegan a bebé. Emociones como la ansiedad y el miedo de la madre hacen que se generen catecolaminas que llegan al niño a través del sistema circulatorio provocando en él las mismas reacciones emocionales que en la madre. De este modo, si una embarazada sufre un estado de tensión agudo o crónico su cuerpo fabricará las hormonas del estrés (adrenalina y noradrenalina) que serán transportadas por el torrente sanguíneo y llegarán al feto induciendo en él el mismo estado de tensión que está sufriendo su madre. En realidad todo lo que la madre coma, beba, inhale, asimile a través de su piel o cualquier emoción que sienta penetra a través del torrente sanguíneo hasta el cuerpo del bebé.
Por eso es importante que las madres estemos, en la medida de lo posible, lo más en contacto que podamos con nuestros propios sentimientos y nos sintamos con derecho absoluto a dar a nuestro embarazo el lugar de importancia y privilegio que se merece. Esta es nuestra gran aventura como padres. Esperamos poder acompañarte y servirte de ayuda en este trayecto.
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