El cuidado de los pies jamás debería ser algo que se deje de lado; y es que nuestros pies son una parte esencial de nuestro bienestar. Muchos de los problemas de cadera, rodilla, tobillos o espaldas están relacionados con un incorrecto cuidado de los pies desde edades tempranas.
Por este motivo, cuidar el pie del bebé es algo esencial. No sólo consultar a un podólogo infantil en el caso de que nuestros hijos tengan malos hábitos, también prevenir dolencias o problemas comprando calzado para bebé correcto.
En esto de los productos para bebé siempre suele haber mucha información contradictoria, por este motivo vamos a darte 8 consejos clave para poder escoger los zapatos para los primeros pasos de tu bebé.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
- 1. Nunca compres calzado justo
- 2. La suela siempre flexible
- 3. Contrafuertes robustos
- 4. Calzado por debajo del tobillo
- 5. Elegir siempre la talla correcta
- 6. Comprar según época
- 7. Materiales transpirables
- 8. Plantillas extraíbles
1. Nunca compres calzado justo
El calzado ajustado no es nada beneficioso para los pies que están en crecimiento. Por ello, es recomendable comprar un zapato que permita que el pie de nuestro pequeño tenga libertad de movimiento y pueda mantener una correcta articulación de sus dedos. Se recomienda, además, que el empeine esté fabricado con piel muy blandita para que sea mucho más cómodo en la pisada del pequeño.
En el caso de los bebés más pequeños, los que aún no están andando, una de la mejores opciones es la de los patucos para bebés, zapatitos sin suela, cómodos, suaves y muy ligeros que, como comentamos, no interferirán en el movimiento de los dedos del pie del peque.
2. La suela siempre flexible
El tema de la suela es completamente fundamental para el desarrollo del pie del bebé. No sólo necesitamos un zapato que no les apriete, también necesitamos un calzado de bebé que tenga una suela flexible y antideslizante. De esta forma, nuestro hijo podrá realizar todo tipo de movimiento, incluso ponerse de puntillas. En este punto, es destacable también la parte delantera, que debería ser manipulable, de manera que simplemente con una ligera presión y sin esfuerzo se pueda doblar.
3. Contrafuertes robustos
El contrafuerte del zapato para bebé debería ser un contrafuerte robusto. Esto ayudará a estabilizar el talón evitando el riesgo de que nuestros peques tengan torsiones laterales.
4. Calzado por debajo del tobillo
Es importante señalar que no es recomendable el uso de zapatos con forma de bota en niños muy pequeños. Esto es debido a que la bota podría impedir la movilidad completa de la articulación. No obstante, hay casos concretos en los que las botas para bebé están indicadas; por ejemplo, en aquellos niños a los que les está costando mucho andar o tienen algún tipo de problema motor.
5. Elegir siempre la talla correcta
Como comentábamos, unos zapatos que estén muy justos no serán buenos para el pie en desarrollo del bebé. No obstante, tampoco es bueno que sean excesivamente grandes, pues el pequeño no realizaría una pisada cómoda.
Es importante que los zapatos para bebé se ajusten mucho al pie del niño. Un truco es el de sostener la suela del zapato que queremos comprar contra la planta del pie del niño. Teniendo el talón del pequeño en el borde del zapato y el pie completamente extendido, debería haber un centímetro de espacio entre el dedo del pie y la punta del zapato.
6. Comprar según época
Muchas veces cometemos el error de comprar calzado de bebé en previsión. Es un error, pues no todos los niños tienen un crecimiento igual de los pies. Esto significa que quizá compremos calzado más veraniego pensando en el futuro y, cuando llegan esos meses, o es grande o es pequeño. Ajustémonos siempre a la época en la que estamos y el tamaño actual del pie de nuestro hijo.
En invierno compra zapatos que sean impermeables, pero totalmente transpirables. En verano, opta por el calzado más fresco.
7. Materiales transpirables
Los pies de los bebés sudan muchísimo, por este motivo, siempre será necesario comprar calzado con materiales transpirables. Hay algunos tipos de calzado cuyos materiales son obviamente transpirables, como el de las deportivas para bebés, pero este tipo de materiales debe extenderse al resto. De no ser así, podemos tener riesgo de rozaduras.
8. Plantillas extraíbles
Los zapatos de bebé no deberían llevar plantillas correctoras. Pensemos que estamos en una fase en la que la propia fisionomía del niño debe trabajar. No obstante, existen las plantillas extraíbles que llevan los propios zapatos.
Los bebés, como comentábamos, sudan mucho. Sus pies y su sudor pueden ser un caldo de cultivo para gérmenes y bacterias. De esta forma, si contamos con zapatillas con plantillas extraíbles (no correctivas) podremos lavarlas regularmente.
¿Cuándo se pueden usar las plantillas ortopédicas? Siempre bajo la prescripción de un profesional. Hay que tener en cuenta que hasta los 3 años, los niños tienen los pies completamente planos. Es a partir de esa edad cuando el arco del pie se va desarrollando correctamente.