Pasear con nuestro bebé es una de las actividades más bonitas y estimulantes que podemos hacer durante el día.
Los pediatras recomiendan estos paseos incluso cuando son pequeños, es más, cuando nuestro pequeño va en cochecito o incluso en silla de paseo pero no saben andar, también es necesario. Una actividad que los despejará, los relajará y hará que se estimulen con el entorno.
Ahora bien, es normal que nos surjan dudas sobre temas como el tipo de silla de paseo, la hora de salida, el sol, la ropa y demás. Te ayudamos a saber qué tienes que tener en cuenta cuando sales a pasear con tu pequeño.
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Pasear con carro o silla
Los bebés más pequeños necesariamente tendrán que ir en cochecito, pero llega un momento en el que el capazo se les queda pequeño y nos planteamos la opción de comprar una silla de paseo. Lo cierto es que son muchísimo más cómodas y funcionales. Ahora bien, ten en cuenta que hay muchos tipos de sillas de paseo y dependerá de tus necesidades que pueden ser muy diferentes.
Encontramos así sillas más ligeras que se pliegan fácilmente como un paraguas y que podemos, incluso, llevarlas con nosotros de viaje en avión o coche. Sillas ligeras que van muy bien en ciudad.
No obstante, si tus paseos son más silvestres y os gusta disfrutar de la naturaleza, quizá tengas que buscar sillas de paseo robustas que cuenten con ruedas aptas para todo tipo de terrenos. Piensa que hay sillas de paseo incluso para aquellos que quieren practicar deporte con sus hijos. Sí, sillas para ir corriendo cómodamente mientras paseamos a nuestros bebés.
Por este motivo es tan importante saber qué queremos, por dónde paseamos normalmente y qué uso vamos a darle a esta silla de paseo, aquí tienes un montón de modelos donde elegir.
Tómate tu tiempo
Piensa que pasear con tu bebé no es simplemente salir para que le de el aire o el sol. Es mucho más. Es un momento para que tu hijo pueda disfrutar de su alrededor. Para que pueda estimularse poco a poco y adaptarse al mundo. Además, estos paseos son importantes desde el principio para que el peque se acostumbre poco a poco a la temperatura.
No es que lo digamos nosotros, es que los pediatras recomiendan estos ratos y paseos al aire libre diarios. Es más, hay estudios que aseguran que los niños más saludables son aquellos que más salen a la calle. Son felices y se les nota.
Asimismo, cuando son muy pequeños puede ser la actividad perfecta para que se cansen y puedan conciliar mejor el sueño. Por tanto, tómate tu tiempo. Realiza paseos a su medida, observando su reacción. Que no sean extremadamente largo pero que tampoco duren 10 minutos.
Cuidado con el sol
Tanto en invierno como en verano el sol es uno de los peligros más importantes para nuestros hijos en sus paseos. La dermis de un bebé y un niño es delicada. Hasta los 6 meses de edad no se recomienda aplicar lociones solares, por lo que hasta esa edad tendremos que preocuparnos en que la silla de paseo o cochecito cuente con un parasol.
El sol es bueno para ellos, pues es su principal fuente de vitamina D en los primeros meses. Aún así, hay que tener mucho cuidado, pues si están demasiado tiempo expuestos sin protección, podrían sufrir quemaduras.
No te olvides de nada
No, cuando tienes un bebé no puedes dejar todo al azar. Es necesario organizar las cosas bien. Un paseo puede desarrollarse sin contratiempos o puede convertirse en un infierno si no llevas lo necesario.
En esa pequeña mochila de paseo deberás cargar siempre unos pañales, un cambiador, agua (en el caso de que tu bebé ya beba), una toma (en el caso de que tu bebé tome leche de fórmula) y juguetes para entretenerlo en un momento dado. Tampoco olvides muselinas y baberos, que siempre vienen bien.
La mejor hora y la ropa necesaria
Si tu hijo aún no puede andar y no disfruta de los columpios y del juego con otros niños, la hora no es tan importante. Si ya es más autónomo, evidentemente los paseos deberían centrarse en las horas en las que pueda socializar con los demás niños.
En caso de los niños más pequeños, surge la duda de si es mejor pasear antes o después de comer. Dependerá del carácter del niño. Un bebé muy activo quizá se beneficie de un paseo tras comer. De esta forma podría conciliar mejor el sueño. En caso de que sea un bebé muy tranquilo, quizá lo mejor sea pasear con él antes de comer para intentar estimularlo un poco.
En cuanto a la ropa. Aquí no hay una ley exacta. Cada bebé es un mundo. Eso sí, piensa en la época del año en la que paseas y fíjate bien en el clima de tu ciudad. Se suele decir que es mejor vestirles por capas para que, así, podamos ir quitando y poniendo según veamos sus necesidades.
Como ves los paseos con tu bebé pueden ser maravillosos si los planificas mínimamente para que todos podáis disfrutar de un momento de relax y felicidad.