Seguramente sabréis que a las calabazas de Halloween se les llama Jack-o’-Lantern, cuya traducción es Jack el de la linterna, pero ¿sabéis por qué? Todo tiene que ver con una leyenda celta que cuenta la historia de un malvado hombre llamado Jack que se cruzó con el diablo… ¿queréis saber qué ocurrió en este cuento de miedo?
El cuento de las calabazas de Halloween: Jack-o’-Lantern
Cuenta la leyenda que existía un personaje malvado y pendenciero llamado Jack el Tacaño. Al diablo le llegó el rumor sobre este tal Jack y acudió a comprobar si efectivamente era tan malvado como se decía.
Disfrazado como un hombre normal acudió a la taberna donde solía ir Jack, y se puso a beber con él. Cuando el diablo comprobó que efectivamente Jack era un auténtico hombre malvado, le reveló su identidad y le dijo que venía a llevárselo para hacerle pagar por sus pecados. Jack le pidió que bebieran juntos una ronda más, el diablo se lo concedió, pero al ir a pagar ninguno de los dos tenía dinero, así que Jack retó a Lucifer a convertirse en una moneda para demostrar sus poderes.
Satanás lo hizo, pero en lugar de pagar con la moneda, Jack, que además era bastante tacaño, la metió en su bolsillo, donde llevaba un crucifijo de plata. Incapaz de salir de allí el diablo ordenó al granjero que le dejara libre, pero Jack respondió que no lo haría a menos que prometiera volver al infierno para no molestarle durante diez años
Pasado ese tiempo, el Diablo apareció de nuevo ante Jack para llevárselo al infierno, pero Jack pensó de nuevo rápidamente y pidió un último deseo:
- Iré con gusto contigo pero antes, ¿podrías cogerme la manzana de ese árbol para tener una última comida antes de mi tormento eterno?
Lucifer accedió, pero cuando se hallaba subido en el árbol, Jack talló una cruz en su tronco para que no pudiera escapar. En esta ocasión pidió que nunca más pudiera el diablo reclamar su alma para el inframundo. Satanás accedió y Jack se vio libre de su amenaza.
Tras morir Jack se dirigió al cielo, pero fue detenido en las puertas de San Pedro, impidiéndosele el paso pues no podían aceptarle por su mala vida pasada, y le enviaron al infierno. Pero en el infierno tampoco podían aceptarlo ya que el Diablo se lo había prometido en el trato que hizo con él.
- ¿Qué haré ahora, dónde iré? – dijo Jack al Diablo
- Vuelve por donde has venido – le dijo el Diablo
Y arrojó a Jack unas ascuas ardientes, las cuales el granjero atrapó con una calabaza hueca que llevaba, mientras burlonamente agradecía la improvisada linterna que así obtuvo.
Condenado a deambular por los oscuros caminos, anduvo sin más luz que la linterna en su eterno vagar entre los reinos del bien y del mal. Con el paso del tiempo Jack el Tacaño fue conocido como Jack el de la Linterna o «Jack of the Lantern», nombre que se abrevió al definitivo «Jack O’Lantern».
Esta es la historia de las calabazas de Halloween, y también el motivo de decorar las casas con estas figuras horrendas para espantar al tenebroso Jack.
FIN