¿Sabías que los peques pueden sufrir de lombrices? Las lombrices en niños son una enfermedad más habitual de lo que podemos pensar, de hecho «las lombrices afectan a entre un 40 y 50% de los peques en edad escolar» según datos de la Asociación Española de Pediatría.
Hoy, en Pequeocio, te invitamos a descubrir cómo prevenir las lombrices y cómo tratarlas. ¡No es tan difícil como parece!
¿Qué son las lombrices en niños?
Las famosas lombrices en niños son una infección de nombre oxiuriasis o enterobiasis. Suena feo pero os aseguro de que no se trata de una enfermedad grave, por el contrario se cura bastante fácil y rápidamente.
Ahora bien… ¿cómo podemos sospechar que el niño tiene lombrices? Los principales síntomas son el picor y el prurito anal, además se pueden dar molestias al orinar (sobre todo en niñas), insomnio o problemas de sueño e irritabilidad. Por lo general, se da en niños mayores de 5 años, siendo su edad de mayor incidencia entre los 5 y los 14 años.
Los pequeños parásitos acceden al cuerpo infantil a través de la vía oral y viajan por el sistema digestivo hasta anidar en el ano. El problema es que los huevos generan picor y al rascarse, el niño puede lastimarse, además de diseminar los huevos por otros sectores del hogar o incluso, contagiar a otras personas.
Si sospechas que tu hijo tiene lombrices, no dudes en consultar a tu médico pediatra.
Cómo prevenir las lombrices en niños
Prevenir las lombrices en niños no es sencillo, de hecho lo único que podemos hacer es mantener la higiene. Para ello es importante:
- lavarse las manos con agua y jabón luego de ir al baño, antes de comer y con frecuencia después de realizar diferentes actividades.
- mantener las uñas de los niños cortas para evitar que los huevos se almacenen allí
- lavar bien la zona anal durante el baño
- dejar que el sol ingrese en el hogar ya que la luz natural es perjudicial para los huevos de las lombrices.
Si el peque tiene lombrices, te damos algunas recomendaciones:
- bañar al niño todos los días
- cambiar la ropa con frecuencia y lavarla con agua bien caliente
- cambiar las sábanas frecuentemente y lavarlas con agua caliente
- utilizar pijamas cerrados para impedir que el niño se rasque y traslade los huevos de lombrices a otras partes de la casa.
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