¿Os gustaría que vuestros peques os ayuden con los quehaceres del hogar? ¡Supongo que sí! A veces, lograr que los niños nos den una mano haciendo pequeñas tareas no es fácil, ¿verdad? Por eso, os proponemos 10 consejos para lograr que los niños ayuden en casa.
Con paciencia y un poco de ingenio, lograréis que los peques se involucren con las tareas del hogar. ¿No me creéis? No os perdáis este post…
La participación de los niños en las tareas del hogar es muy beneficiosa para ellos porque, por un lado, es una buena manera de enseñarles a ser responsables y autónomos, mientras que por otra parte, aprenden a trabajar en equipo y a valorar las recompensas por un trabajo bien hecho.
Además, los quehaceres de la casa pueden ayudar a los niños a desarrollar su psicomotricidad. Cada vez que el peque realice una acción, la dotará de emociones y aprenderá de manera intuitiva conocimientos de tiempo y espacio y habilidades como el equilibrio o la coordinación.
Veamos juntos nuestros 10 consejos para hacer que los niños ayuden en casa.
ÍNDICE DE CONTENIDOS
- 1. Determinar las tareas adecuadas para los niños
- 2. Explicar la importancia de sus tareas
- 3. Crear hábitos del estilo «cuando… entonces…»
- 4. Ser pacientes como padres
- 5. Permitir la elección de tareas
- 6. Especialización de tareas
- 7. Empatizar con los niños
- 8. Dar el ejemplo
- 9. Ser flexibles
- 10. Apreciar los esfuerzos de los pequeños
1. Determinar las tareas adecuadas para los niños
Antes de solicitar la ayuda de los pequeños es importante establecer las tareas adecuadas a la edad y la madurez de cada pequeño. Tened en cuenta que si le pedís a un niño que lleve a cabo una tarea para la cual no está preparado, se frustrará y no podrá realizarla correctamente.
A los más pequeños podéis pedirles que ayuden a regar las plantas, poner la ropa sucia en la cesta o a limpiar el polvo, mientras que los niños de 5 años en adelante pueden realizar tareas un poco más complejas como hacer la cama y poner y recoger la mesa (siempre evitando que manipulen cuchillos y supervisando que sean cuidadosos con los objetos de vidrio).
Si tenéis hijos adolescentes, podéis pedirles que pongan el lavavajillas, tiendan la colada o incluso, laven los platos.
Las opciones son múltiples, desde ordenar los juguetes hasta limpiar la casa. Pensad qué cosas puede realizar vuestro hijo y enseñadle que esa será su responsabilidad.
2. Explicar la importancia de sus tareas
Las tareas del hogar son responsabilidades, son pequeñas cosas que hacemos por nosotros y por las personas que queremos. Es importante que los niños entiendan esto y no sientan que son meros «quehaceres» sino contribuciones a la familia. ¿Por qué? Pues simplemente porque es más fácil que sientan interés por realizar las tareas asignadas si sienten que trabajan por un bien mayor que por una simple obligación.
3. Crear hábitos del estilo «cuando… entonces…»
¿Les decís a vuestros hijos que hagan los deberes antes de mirar la televisión? La propuesta es justamente esa: enseñad a los peques que primero deben cumplir con sus tareas antes de disfrutar del tiempo libre. Por ejemplo: «cuando termines de recoger tu habitación, podemos ir al parque» o «cuando recojas la mesa, puedes mirar los dibujos animados».
4. Ser pacientes como padres
Es fundamental que seamos pacientes con los pequeños y tengamos confianza en sus capacidades. Si asignamos una tarea a nuestros hijos, debemos orientarlos sobre cómo realizarla pero teniendo en cuenta que no lo harán como lo haríamos nosotros. Eso no significa que esté mal hecho, simplemente cada persona tiene su manera de hacer las cosas. Es bueno darles espacio y la confianza necesaria para que sean autónomos y, bajo nuestra guía (fijáos que uso la palabra guía, es decir: mostrarles cómo se hace pero no hacerlo por ellos), lleven a cabo sus tareas.
5. Permitir la elección de tareas
Una buena opción para involucrar a los niños con las tareas del hogar es dejarlos elegir qué desean hacer. Por ejemplo, podemos hacer una lista de quehaceres que pueden hacer los niños y dejarlos elegir dos o tres tareas que pasarán a ser sus responsabilidades, incluso podéis variar las tareas de una semana a la otra para que los peques no se aburran y aprendan a hacer cosas diferentes. Por supuesto, debéis tener en cuenta la edad de los niños a la hora de asignar la cantidad de tareas a realizar por cada uno.
6. Especialización de tareas
A los niños les gusta sentirse especiales (¡como a todo el mundo!). Aprovechad sus talentos especiales y fomentadlos a través de los quehaceres del hogar. Si tenéis un hijo muy ordenado, pues aprovechad para que recoja su habitación y os ayude a ordenar la casa. Si es meticuloso, puede ayudaros a doblar la ropa y guardarla en su lugar. Si dibuja y pinta bien, que sea el encargado de realizar las tarjetas de cumpleaños y los regalos de los familiares para sus cumpleaños…
Buscad un talento de vuestro hijo, decidle lo especial que es y asignadle una tarea acorde.
7. Empatizar con los niños
Si el niño se niega a hacer una tarea porque está enfadado, molesto o algo le sucede, es mejor esperar un poco y no obligarle a realizarla. Primero hay que saber qué le pasa y solucionar la situación porque de nada nos sirve que grite, patalee y lleve a cabo de mala gana (incluso mal en algunos casos) su quehacer.
8. Dar el ejemplo
Como en todo en la vida, es importantísimo que los padres den el ejemplo. La familia es un equipo y todos trabajamos juntos. Mamá cocina, papá hace la colada y los peques recogen los juguetes… La idea es que todos participen de las tareas del hogar.
9. Ser flexibles
Los quehaceres del hogar son importantes pero podemos ser flexibles. Si el niño tiene muchos deberes del colegio, esa es la prioridad. Primero el cole y después, si queda tiempo, la tarea del hogar.
10. Apreciar los esfuerzos de los pequeños
No dejéis de felicitar a los peques cuando lleven a cabo las tareas asignadas, así reforzaréis las acciones positivas y los invitaréis a repetirlas.
¿Y vosotros cómo hacéis que los peques ayuden en casa?
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Imágenes: The Loushe, Horrigans, Jenny Lee Silver