Tener hijos es una experiencia maravillosa, única, reveladora… pero que trae consigo una desestabilización de la familia. De golpe, nos encontramos con un sinfín de cosas por hacer ¡y el tiempo no alcanza!
Seguro que entiendes a qué me refiero: hay que cuidar al peque y jugar con él y en paralelo lavar, limpiar, planchar, ir a trabajar y mil cosas más. Entonces, ¿cómo podemos hacer para vivir una vida sin estrés? ¿Es acaso posible? El primer paso es simplificar tu vida…
Hace un tiempo leí un artículo en Parents con consejos para simplificar la vida familiar que ¡me fueron de mucha ayuda! Por eso, hoy me animo a presentarte algunos consejos para simplificar tu vida. Por supuesto, como cada familia es un mundo, se trata de simples recomendaciones que debes adaptar a vuestra forma de ser, necesidades y deseos.
Consejos para simplificar tu vida
1. Haz reglas ¡y cúmplelas!
¿No te gusta que tus hijos coman mirando la tele? Pues apágala. ¿Crees que tu peque debería colaborar en las tareas del hogar? Ponte a ello: distribuye las tareas y verifica que cada quien cumpla con su deber. Tiempo atrás te presentamos un post con 10 ideas para que los niños ayuden en casa.
Sabemos que no es fácil pero ¡las reglas facilitan la vida! Enfócate en aquello que es realmente importante para ti y prepara reglas al respecto. Quizá te encuentres con cierta resistencia al principio pero con el correr de los días, ¡verás que esto mejora la convivencia!
2. Da el ejemplo
¿En qué? ¡En todo! Los niños aprenden lo que ven en casa. ¿No te gusta que los peques griten? Pues no lo hagas tú. ¿Quieres que tus hijos dejen de pedir todo lo que ven en las tiendas? Demuéstrales que no es necesario tener cosas nuevas para divertirse, si ven que tú o tu pareja consumís cada vez que salís, ellos también querrán hacerlo.
3. Pon objetivos a largo plazo
Elegid en familia el objetivo del año y luchad juntos para lograrlo. ¿Querrías hacer unas buenas vacaciones con tu pareja y los peques? Proponlo y juntos armad una estrategia para juntar el dinero: ¿vender ropa o juguetes que ya no se usan?, ¿dejar de comprar juguetes o ropa nueva que no sea estrictamente necesaria?
Así juntarás el dinero de una manera más fácil y evitarás el estrés de no llegar a pagar lo que deseas hacer.
4. Establece prioridades
Limpiar los cristales de las ventanas cada día no es prioridad (al menos no para la mayor parte de la población). Organízate y pon prioridades para no enloquecerte cada día. Recuerda que «el que mucho abarca, poco aprieta».
5. Todo pasa
¿Estás superado/a? Las rabietas de tus hijos, el continuo trabajo en casa, trabajar fuera de casa… todo es un estrés, ¿verdad? Piensa que todo pasa, son etapas de la vida. Tu hijo no se despertará por la noche toda la vida, ni tampoco tendrá rabietas dentro de unos años, la casa no será siempre un caos… Y seguramente en algún momento extrañarás estos días caóticos en ¡que nada está en su lugar! Así que ¡respira y disfruta!
6. Siéntete orgullosa de lo que haces
Disfruta la experiencia de ser madre o padre y no te preocupes por el qué dirán. ¿Han pasado visitas de imprevisto y tu casa no estaba 100% en orden porque estabas pintando con tus hijos? ¡Eso es vivir! Deja que cada cual piense lo que quiera y tú relájate.
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Imagen: dbjules